Hoy en día, mantener una buena salud y bienestar, tanto física como mental, es un reto que nos exige más que nunca. Las nuevas enfermedades y los problemas de salud cada vez más complejos nos recuerdan la importancia de fortalecer nuestros sistemas médicos, invertir en atención especializada y garantizar que cada persona tenga acceso a diagnósticos oportunos y de calidad.

Lo anterior no sería posible sin la parte medular de nuestro sistema de Salud, el personal médico. Desde Acción Nacional reconocemos profundamente la labor que realizan día con día los profesionales de salud, así como los estudiantes de medicina, que, con entrega, compromiso y vocación brindan atención médica a la población de Nuevo León. Su esfuerzo sostiene gran parte del sistema de salud estatal, pues son ellos quienes, en muchas ocasiones, llegan a las comunidades más alejadas para garantizar el derecho a la salud, incluso en condiciones adversas y con recursos limitados.

En Nuevo León, la falta de médicos especialistas es una realidad que requiere atención inmediata. Según datos de la Secretaría de Salud, hasta 2022 el estado contaba con 9,569 especialistas, una cifra considerablemente menor en comparación con entidades como la Ciudad de México o el Estado de México, que cuentan con un poco más de 35,000.

Otro punto que no podemos ignorar es la disminución en los salarios. En Nuevo León, de acuerdo con datos del INEGI, el salario promedio de los médicos especialistas en el sector público pasó de 9,700 pesos mensuales en 2024 a 7,940 pesos en 2025, una reducción del 18.1%.

¿Cómo pedimos compromiso y permanencia en las zonas más alejadas si no garantizamos condiciones justas y dignas? Este panorama no solo afecta a quienes hoy laboran, sino también desincentiva a las y los jóvenes estudiantes de medicina que aspiran a especializarse y servir a su comunidad.

Por ello, no podemos pasar por alto las dificultades que enfrentan estos héroes de la salud. Muchos de ellos deben recorrer largas distancias o incluso cambiar temporalmente su lugar de residencia para poder cumplir con su deber en hospitales ubicados en municipios rurales o de difícil acceso. Esto representa no solo un sacrificio personal al alejarse de sus familias, sino también un esfuerzo económico considerable, especialmente cuando los salarios que perciben no reflejan la magnitud de su responsabilidad ni la importancia de su trabajo.

Debido a lo anterior, desde Acción Nacional consideramos urgente que el Estado de Nuevo León reconozca y respalde el esfuerzo del personal de salud.

Es necesario brindarles mejores condiciones laborales y una compensación justa que refleje su compromiso con la población, especialmente en las zonas fuera del Área Metropolitana.

Sólo así podremos lograr un sistema de salud más equitativo, digno y humano para todas y todos los nuevoleoneses.