Así será la reapertura de Notre Dame

Este sábado 7 de diciembre, la icónica catedral de Notre Dame en París abrirá nuevamente sus puertas, marcando el fin de un periodo de cinco años de cierre tras el devastador incendio ocurrido el 15 de abril de 2019. Este evento catastrófico destruyó gran parte del techo y la aguja de la catedral, dejando un daño significativo que obligó a un arduo proceso de restauración.

Cumpliendo su promesa de reconstrucción, el presidente Emmanuel Macron supervisó el proyecto, que culmina este fin de semana con una serie de ceremonias solemnes y festivas. La apertura oficial será dirigida por el arzobispo Laurent Ulrich, quien realizará un rito simbólico tocando las puertas de la catedral con su bastón. Este gesto será acompañado por coros en vivo y el ingreso de imágenes religiosas, en un evento que se espera atraiga a más de 1,500 asistentes.

El momento más esperado será el regreso a la vida del legendario órgano de Notre Dame, que será interpretado por destacados organistas: Olivier Latry, Vincent Dubois, Thibault Fajoles y Thierry Escaich. Este instrumento, que sobrevivió al incendio pero quedó cubierto de polvo tóxico, volverá a sonar tras años de minuciosa limpieza y reparación.

El domingo 8 de diciembre, se celebrará la primera misa en el renovado recinto, un evento exclusivo que agotó sus entradas en tan solo 25 minutos. Dignatarios de todo el mundo, incluyendo 35 jefes de Estado y Gobierno, así como el presidente estadounidense Donald Trump, estarán presentes en esta histórica ocasión. También se ha extendido la invitación a benefactores que contribuyeron a la restauración y a personas vulnerables apoyadas por asociaciones caritativas, subrayando el carácter inclusivo de la reapertura.

Según Olivier Ribadeau Dumas, rector de Notre Dame, el resultado final de la restauración ha sido un secreto muy bien guardado. Las paredes de piedra caliza, ahora más luminosas y limpias, junto con nuevos muebles y un altar renovado, prometen deslumbrar a los asistentes y al mundo entero.

La reapertura de Notre Dame marca un hito no solo para Francia, sino para todos los que consideran este recinto un símbolo universal de historia, arte y espiritualidad.