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Aseguran que buque no tuvo la propulsión necesaria

Publicación:19-05-2025
José Manuel Urreta Ortega, presidente de Cameintram, señaló que el remolcador pudo haber dejado a la deriva al buque Cuauhtémoc durante su maniobra.
Tras el percance registrado durante la maniobra de zarpe del buque escuela Cuauhtémoc en Nueva York, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria del Transporte Marítimo (Cameintram), José Manuel Urreta Ortega, sostuvo que el buque no tuvo la propulsión necesaria y quedó a merced del viento y fuerte corriente, impactando en el puente.
Otro factor fue el remolcador, auxiliar en la maniobra, que lo dejó a la deriva.
El presidente de Cameintram explicó que, en el caso de México, la Secretaría de Marina y la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante supervisan que estas normas se cumplan, tanto en buques nacionales como en embarcaciones extranjeras que operan en aguas del país.
Asimismo, comentó que están a la espera de los resultados de las investigaciones sobre este hecho, pero que el sector apoya al mando, tripulación e instructores del buque escuela Cuauhtémoc.
Las operaciones de navegación y atraque de los buques, incluidos los cargueros, se rigen por normas internacionales y protocolos diseñados para garantizar la seguridad de las embarcaciones, su tripulación y el entorno marítimo-portuario.
Urreta Ortega sostuvo que, a pesar del cumplimiento de normas y protocolos internacionales, existen factores naturales que en ocasiones pueden incidir en la seguridad de las maniobras marítimas.
Condiciones como corrientes fuertes, mareas cambiantes o ráfagas de viento pueden afectar la precisión de una maniobra de atraque o zarpe, especialmente en espacios reducidos como canales o puentes.
Estos elementos son evaluados constantemente por las autoridades portuarias, pero su comportamiento puede ser variable en cuestión de minutos.
Agregó que este tipo de situaciones no necesariamente indican fallas humanas o técnicas, sino que forman parte del riesgo inherente a la navegación marítima, el cual es considerado en los sistemas de seguridad y en los entrenamientos del personal.
Durante las maniobras de zarpe o atraque, una corriente repentina o una racha de viento no prevista puede modificar la trayectoria del buque, a pesar de que se sigan los procedimientos establecidos y se cuente con apoyo técnico y de personal especializado.
También comentó que entre las principales disposiciones que regulan la seguridad de los buques, están: Convenio SOLAS (Safety of Life at Sea): Es la norma internacional más importante sobre la seguridad de los buques. Código ISM (International Safety Management Code): Obliga a las navieras a implementar sistemas de gestión de seguridad que aseguren operaciones seguras, prevención de accidentes y protección del medio marino.
Reglamento Internacional para Prevenir Abordajes en el Mar (COLREG): Establece las reglas de navegación que deben seguir todos los buques para evitar colisiones, incluyendo señales de maniobra, velocidad segura y derechos de paso.
Convenio MARPOL (Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques): Aunque centrado en la protección ambiental, incluye disposiciones de operación segura relacionadas con el manejo de residuos y sustancias peligrosas.
« El Universal »