Alega Diddy incapacidad mental durante presuntos delitos sexuales

ESTADOS UNIDOS.- El juicio por tráfico sexual contra el rapero y empresario Sean "Diddy" Combs está a punto de comenzar, con la selección del jurado prevista para el próximo 5 de mayo. En una maniobra clave, la defensa del artista ha centrado su estrategia en cuestionar su capacidad mental al momento de los presuntos delitos, abriendo así una intensa disputa legal con los fiscales.

Combs enfrenta múltiples cargos por tráfico sexual, incluyendo conspiración, coacción y transporte de personas para prostitución. El caso, que comenzó tras su arresto a finales de 2024, ha adquirido gran notoriedad tanto por la gravedad de las acusaciones como por el perfil público del acusado. Se le señala por supuestamente utilizar sus empresas —Bad Boy Entertainment, Combs Enterprises y Combs Global— como fachada para operar una red de tráfico sexual entre 2021 y 2024.

La defensa ha solicitado la admisión del testimonio del Dr. Elie Aoun, experto en salud mental, quien argumentaría que Combs no contaba con la capacidad cognitiva necesaria para entender sus acciones debido al uso de drogas y alcohol. Según sus abogados, esto podría haber afectado su intención criminal y su memoria, elementos clave para sustentar una condena.

Sin embargo, los fiscales se han opuesto con firmeza. Alegan que el testimonio es inadmisible porque el Dr. Aoun no examinó directamente a Combs y se basaría en suposiciones. También argumentan que la defensa no presentó el testimonio dentro del plazo legal, que expiró el 17 de febrero de 2025. Además, apelan a la Ley de Reforma de Defensa por Insania de 1985, que limita el uso de este tipo de argumentos en juicio.

En abril, el caso se intensificó con la presentación de nuevos cargos relacionados con una segunda víctima, a quien supuestamente Combs habría transportado entre estados para actividades sexuales. A pesar de las acusaciones, el rapero ha sostenido su inocencia desde el inicio del proceso.

El juicio que se avecina no solo determinará el futuro legal de Diddy, sino que también podría tener un profundo impacto en la industria del entretenimiento, al poner en evidencia la posible utilización del poder y la fama para cometer delitos graves.

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