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Por automedicarme casi no la cuento: Bono
Publicación:02-07-2022
TEMA: #César Bono
Hace tres meses que César Bono, volvió a nacer y es que el actor de 71 años.
Hace tres meses que César Bono, volvió a nacer y es que el actor de 71 años se enfrentó a un dramático cuadro de peritonitis cuando se le reventó una úlcera. Esto le afectó el estómago y los intestinos. Afortunadamente, una cirugía de casi nueve horas le devolvió a la vida.
Con más de 50 años dedicados a la farándula, César señala que, cada vez que visita a su cirujano, este le recuerda que su operación fue milagrosa, porque es muy difícil salir de una peritonitis debido a que el cuerpo se envenena. "Espero que Dios no me haya querido allá arriba porque crea que tengo mucho que darle al público todavía, porque de eso se ha tratado mi vida: de dar humor, mucho humor blanco a todas las familias", platica.
¿Pero cómo fue que llegó a la peritonitis? El actor comenta que hace tiempo sufrió un infarto cerebral que le causó hemiplejia —parálisis total o parcial de un lado del cuerpo—, la cual le generaba muchas molestias cuando trabajaba. "Entonces, esas molestias, conforme iban pasando las horas de trabajo, se iban convirtiendo en dolor. Y ese dolor se iba haciendo cada vez más intenso, lo que me obligaba a tomar analgésicos y me automedicaba para poder seguir trabajando", explica.
"Y, luego, por mi ignorancia, decía yo: 'no voy a tomar más analgésicos porque me van a estropear el estómago', entonces me los inyectaba. Pero resulta que, aunque te los inyectes, la sustancia también se va al estómago, eso me reventó la úlcera y el duodeno", explica.
Bono indica que hace poco tiempo se le ocurrió decir en los medios que, aunque está enfermo, necesita trabajar, pero sacaron de contexto sus declaraciones, porque él no lo dijo porque se estuviera muriendo de hambre, sino porque necesita trabajar para sentirse vivo, porque considera su trabajo como una terapia.
"Y así lo veo yo, pero abusé de los analgésicos, no como adicción, sino para calmar los dolores que eran muy bravos. Yo me automedicaba, llegaba al teatro y, como venía de hacer televisión y tenía molestias en el cuerpo —es que el teatro es muy exigente, hacía entonces El Cavernícola— si no tomaba los calmantes no podía con la función", asevera el actor.
"A principios de marzo me operaron. Fue terrible, tuve una fuerte hemorragia. Y sí considero —aunque no me gusta mucho usar esa palabra— que fue una cirugía milagrosa, muy bien ejecutada por un joven médico, por el cirujano Valencia, él me salvó la vida", expresa. Añade que ya pasó la convalecencia y ya se reincorporó al trabajo. Por lo pronto, hace una serie para el estudio Paramount y también ensaya una obra teatral, la cual presentará por corta temporada en Estados Unidos; además de que pronto comenzará a grabar la nueva temporada de Vecinos, serie con 17 años al aire.
Y, aunque sigue con gran carga de trabajo, asegura que aprendió la lección de no automedicarse, pues la ignorancia de no saber lo que esto le podía provocar casi le costó la vida. Respecto a la hemiplejia, apunta que esta fue por un infarto cerebral que le dio del lado derecho del cerebro afortunadamente, porque si le hubiera dado en el lado izquierdo no podría hablar, por lo que solo ha tenido problemas motores que se han ido aliviando gracias a las terapias y tratamientos.
"La hemiplejia me sucedió un poco antes de que hiciera la serie Betty en Nueva York. Cuando me hablaron de Miami, estaba yo en terapia intensiva y me dijeron: 'te estamos hablando de Estados Unidos, te estamos esperando'. Les contesté: '¿Qué creen? Ya se les adelantó Gayosso', y me respondieron: 'pues con ellos no has firmado y con nosotros, sí. Así es que aquí te esperamos', y gracias a Dios salí adelante y me fui a trabajar ocho meses allá. Pude hacer la novela y, desde entonces, no he parado de trabajar. Bueno, lo dejé ahora que me operaron, pero ya estamos otra vez en los foros", finaliza el primer actor.
« El Universal »