Clama el Papa por la paz y el diálogo

Ante una multitud de más de 70,000 fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el papa León XIV hizo un ferviente llamado a los líderes mundiales para que tengan "el valor de realizar gestos de distensión y diálogo" allí "dondequiera que haya guerra", durante el rezo del "Regina Coeli" y al concluir la misa del Domingo de Pentecostés.

El pontífice presidió la celebración eucarística en el marco del Jubileo de los Movimientos, Asociaciones y Nuevas Comunidades, una jornada marcada por la invocación del "don de la paz". 

En su homilía, León XIV condenó con firmeza el resurgimiento de los nacionalismos políticos y alertó sobre "la lógica de la exclusión", que, según afirmó, es un signo trágico de las guerras que sacuden al planeta.

"Donde hay amor no hay espacio para los prejuicios ni para las distancias de seguridad que nos alejan del prójimo", declaró el papa, quien instó a los fieles y a las instituciones a rechazar la indiferencia y a construir puentes de entendimiento entre pueblos y culturas.

Durante la vigilia del sábado, León XIV ya había expresado su esperanza en el restablecimiento de la paz global, asegurando que esta será posible si la humanidad abandona su comportamiento "depredador". 

Aunque no mencionó directamente conflictos ni líderes específicos, el Vaticano reveló que el pontífice hizo un llamado similar en una conversación reciente con el presidente ruso, Vladimir Putin.

En su mensaje dominical, el papa subrayó la misión de la Iglesia como espacio de inclusión y justicia social. 

"La Iglesia debe abrir las fronteras entre los pueblos y derribar las barreras entre las clases y las razas. En ella no puede haber ni olvidados ni despreciados", dijo con énfasis desde el altar vaticano.

La misa de Pentecostés se celebró exactamente un mes después de que Robert Francis Prevost, originario de Chicago y con nacionalidad peruana, fuera elegido papa por el colegio cardenalicio, adoptando el nombre de León XIV.

También se refirió a problemáticas sociales como los feminicidios, que vinculó con "relaciones de dominación" que deben ser superadas con fe y justicia. 

En la misma línea, advirtió sobre los peligros de las redes sociales, un tema que ya había sido abordado por su predecesor, el papa Francisco.