Con deseo de un mundo mejor, gana premio Tec al Profesor Inspirador

Motivado por su ideal de construir "un mundo donde quepan todos los mundos", Octavio Benítez, docente de PrepaTec en Ciudad de México fue reconocido con el premio al Profesor Inspirador David Noel Ramírez Padilla a nivel Preparatoria.

Más allá de ser un galardón que distingue a los profesores del Tec de Monterrey por su labor dentro y fuera de las aulas, para Octavio —quien lleva casi 17 años como profesor en el Tec— este reconocimiento una representa lo que ha cosechado a lo largo de este tiempo.

"Es una responsabilidad muy grande en términos de lo que hago como profesor y como compañero, y me ayuda a contribuir de mejor forma con las personas que he llegado a conocer", expresa.

Un camino que siempre apuntó a la docencia

Aunque estudió Comercio Internacional, Octavio descubrió que su vocación estaba en la academia, pues desde que era niño, siempre se interesó por la enseñanza.

Así fue como llegó al Tec y comenzó su rol como profesor dando clases en PrepaTec, donde hasta la fecha, su corazón permanece.

"He tenido la oportunidad de explorar diferentes áreas de la institución en diferentes retos, desarrollo curricular, y en proyectos de diversidad, equidad, inclusión y pertenencia, que son mis prioridades personales para seguir trabajando", comparte el profesor de Ciencias Sociales y Humanidades.

"Lo más significativo de ser docente tiene que ver con estar consciente de que estás tocando vidas y corazones".

Las clases de Octavio se distinguen por fomentar el trabajo colaborativo y el pensamiento crítico. Aunque disfruta todas sus materias, confiesa que su favorita es "Actores y Perspectivas Multiculturales".

"Ahí tomamos el pretexto de los movimientos sociales y de la paz para reflexionar cómo las creencias, la cultura y las humanidades y el arte pueden contribuir a favorecer procesos de justicia social, cambio social, entre otros", explica.

La responsabilidad de ser docente en la actualidad

Octavio tiene claro que ser docente en el Tec implica un privilegio y una gran responsabilidad en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.

"Lo más significativo de ser docente tiene que ver con estar consciente de que estás tocando vidas y corazones, sobre todo en la preparatoria, que son etapas de transición de vida de muchos niveles en lo biológico, psicológico e identitario".

Por último, Octavio agradece a todas y todos sus estudiantes que ha tenido a lo largo de casi 2 décadas.

"Al final del día yo no puedo hacer esto sin estudiantes, les agradezco profundamente haberlos conocido, el haber contribuido a sus vidas, y quienes también han contribuido a la mía. 

"De todo corazón, espero que vivan una vida plena y que puedan seguir compartiendo este ímpetu de cocrear un mundo mejor para que haya un mundo donde quepan todos los mundos", finaliza.