Chrome se convierte en el navegador más rápido del mundo

Hasta hace unos años, la guerra entre los navegadores se resumía a un apartado clave: la velocidad. Chrome, Firefox y Safari publicaban resultados en pruebas de rendimiento, algo que se volvió irrelevante cuando Google acaparó más de la mitad del mercado. Pese a ser la fuerza dominante, Chrome todavía presume ser el navegador web más rápido del mundo.

De acuerdo con una publicación en el blog de Chromium, Google consiguió un nuevo récord de velocidad con Chrome. La versión más reciente del navegador (139 dev) ha logrado una mejora del 10 % en las pruebas de Speedometer 3.0, el benchmark que mide el rendimiento del motor de renderizado. La ganancia es notable si consideramos que hace un año logró esta hazaña con la versión 127.

Google explica que esto ha sido posible gracias al trabajo en tres áreas esenciales de Chrome: la optimización de memoria interna, el uso de caché y el manejo de strings. En la primera, los ingenieros redujeron el uso innecesario de memoria y mejoraron las cachés del CPU para almacenar lo que realmente importa. Por otro lado, las cadenas del renderizador de Blink mejoraron al cambiar los algoritmos de hashing por versiones más rápidas.

Aunque todo esto puede sonar confuso para el usuario final, el resultado de este trabajo se traduce en una experiencia de uso optimizada. El consumo de memoria, considerado como el talón de Aquiles de Chrome, ha mejorado con los años. Lo mismo ocurre con la representación de las páginas, que incluye el renderizado de los elementos y el texto.

En una prueba realizada con un MacBook Pro con chip M4 y macOS 15, Chrome consiguió la puntuación más alta en Speedometer 3.

Chrome no es el único: Edge también aumenta su velocidad

El navegador de Google no es el único que se beneficia de estos cambios, ya que Edge (basado en Chromium) también reportó mejoras. La versión 134 de Edge registró una buena puntuación en un ordenador con Windows 11 y procesador Intel Core i5-13500. En este caso, Microsoft afirmó que Edge se inicia un 2 % más rápido y ofrece una ganancia de entre 5 y 7 % en la capacidad de respuesta al cargar páginas.

Más allá del consumo de memoria o el tiempo de carga, los navegadores ahora compiten integrando funciones como asistentes de IA o modos de eficiencia. Lejos de mejorar la experiencia de uso, en ocasiones terminan convirtiéndose en un paquete de bloatware que compromete la navegación. El ejemplo más evidente es Edge con Copilot.

Chrome todavía mantiene el liderazgo con el 64 % de la cuota de mercado de navegadores, aunque esto podría cambiar pronto. La explosión en popularidad de ChatGPT ha provocado que muchos usuarios prefieran realizar búsquedas o acceder a la web dentro del chatbot de IA. Google lo sabe y trabaja a marchas forzadas para impedir que OpenAI se convierta en el rival a vencer.