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ESET alerta «desastre de seguridad» por fin de soporte a Windows 10
Publicación:08-01-2025
TEMA: #Software
Todos los analistas de seguridad han venido alertando de las consecuencias del final del ciclo de vida de Windows 10 previsto para el 14 de octubre de 2025.
La industria tecnológica mundial se encamina a una crisis de seguridad informática sin precedente por el fin del soporte de Windows 10 y las decenas de millones de ordenadores personales que (potencialmente) se quedarán sin parches de seguridad capaces de soportar los ataques cibernéticos.
Todos los analistas de seguridad han venido alertando de las consecuencias del final del ciclo de vida de Windows 10 previsto para el 14 de octubre de 2025. En el arranque del nuevo año, ESET ha vuelto a dar la voz de alarma y lo que puede suponer para consumidores y empresas: «Faltan minutos para evitar un fiasco de seguridad en 2025. Instamos encarecidamente a que no esperen hasta octubre. Actualicen a Windows 11 ahora o elijan un sistema operativo alternativo si su dispositivo no es compatible con la última versión. De lo contrario, se exponen a importantes riesgos de seguridad, incluidos peligrosos ciberataques y violaciones de datos».
Los especialistas de ESET se apoyan para su aseveración en la enorme cuota de mercado de Windows 10 en la zona de Alemania, Austria y Suiza, que se estima en 32 millones de máquinas y un 65% del total en sistemas operativos de escritorio. Este dato, es comparable a la media mundial de cuota que se estima en un 62% al finalizar 2024.
El soporte de Windows 10 y la crisis de seguridad
La historia es conocida. Windows 11 no ha convencido ni a consumidores ni a empresas y no ha sido capaz de acaparar mercado a pesar del programa de actualización gratuita puesto en marcha por Microsoft. 2025 ha llegado y si su cuota no sube lo suficiente antes del final de la vida útil de Windows 10 en octubre de 2025, la industria se encontrará con decenas de millones de computadoras obsoletas y lo que es peor, también inseguras al no disponer de los parches de seguridad correspondientes.
No son pocos los analistas que estiman que Microsoft tendría que ampliar por defecto el soporte técnico de Windows 10 para evitar la crisis de seguridad, teniendo en cuenta que la finalización del ciclo de vida de Windows 10 es una medida comercial y no técnica. Microsoft tiene regulado la duración de cada uno de sus sistemas operativos antes de su lanzamiento y es obvio que Windows 10 podría durar bastante más del mes de octubre.
Una muestra de que Windows 10 podría usarse bastante más tiempo es el Programa de Seguridad Extendida (ESU) que Microsoft anunció y que, según define la compañía «proporciona a las personas y organizaciones de todos los tamaños la opción de ampliar el uso de Windows 10 en dispositivos más allá de la fecha de finalización del soporte técnico de una manera más segura».
ESET alerta del problema, especialmente en empresas
ESET subraya que las empresas deben actuar con rapidez, ya que depender de sistemas obsoletos es una "negligencia flagrante". Advierte de que los dispositivos sin soporte son objetivos prioritarios para ataques de ransomware y espionaje. "En el peor de los casos, estos equipos pueden convertirse en el punto de partida de pérdidas de datos, incidentes de ransomware o incluso ciberataques a gran escala".
Los riesgos van más allá de los dispositivos personales. Las empresas que aún utilizan Windows 10 podrían enfrentarse a problemas de cumplimiento de las normas de protección de datos, demandas judiciales o pérdidas de productividad debido a incompatibilidades de software y hardware.
La compañía no considera que el plan de soporte extendido de pago para Windows 10 sea una solución, ya que los costes son muy elevados y aumentan cada año: «prolongar el soporte es costoso e ignorar por completo las actualizaciones podría dar lugar a que las aseguradoras rechacen las reclamaciones en caso de infracción, ya que la tecnología obsoleta viola el estándar de cumplimiento». Además, conviene aclarar que ESU no es un programa de soporte técnico, ni incluye nuevas características de funciones, características, de calidad o de cambios de diseño para el sistema operativo, y se limita a proporcionar actualizaciones de seguridad mensuales.
Los especialistas de ESET consideran que la situación actual es peor que cuando finalizó el soporte de Windows 7 en 2020. A finales de 2019, más del 70 por ciento de los usuarios ya se habían pasado a Windows 10, mientras que solo alrededor del 20 por ciento seguían en Windows 7. Hoy, la transición a Windows 11 es mucho más lenta, lo que crea un entorno peligroso. "Los cibercriminales conocen bien estas cifras y están esperando la fecha de fin del soporte. Una vez que llegue, las vulnerabilidades se explotarán en masa".
Y es que la decisión de Microsoft de dejar de dar soporte a Windows 10 sin garantizar una vía de actualización más fluida ha dejado a millones de usuarios en el limbo. A quienes no puedan pasarse a Windows 11 se les recomienda que consideren otras alternativas seguras que pasan por una migración a GNU Linux, otros como el ChromeOS Flex de Google o el salto a los Mac de Apple.
Además, ESET recomienda tomar acciones de inmediato que tienen que ver con cualquier manual de seguridad informática: actualizar a la última versión de Windows, utilizar software de seguridad, limitar los privilegios administrativos y realizar copias de seguridad periódicas. «Los usuarios y las empresas deben actuar ahora. Esperar hasta octubre será demasiado tarde para evitar los riesgos», advierten.
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