Alarma alta impunidad en delitos sexuales dentro de Defensa

La impunidad en los delitos sexuales dentro del Ejército mexicano es alarmante. En los últimos 12 años, la Fiscalía General de Justicia Militar ha iniciado 525 investigaciones por violación, hostigamiento, abuso y acoso sexual, pero solo ha conseguido 17 sentencias condenatorias, lo que representa apenas el 3.2% de los casos judicializados. 

Ninguno de los ocho generales acusados ha recibido una sentencia firme, ya que han sido absueltos o sus casos archivados antes de llegar a juicio.

Uno de los pocos casos con sentencia fue el del mayor Carmelo Patiño Nájera, denunciado por la soldado auxiliar Naybeth Arzate en 2018. 

Su proceso estuvo plagado de trabas burocráticas, lo que llevó a la víctima a desertar temporalmente. 

Aunque en 2019 un tribunal militar lo condenó a 12 años de prisión, el mayor logró que un juez federal anulara la sentencia, derivando el caso al ámbito civil.

En 2022 se le impusieron ocho años de prisión, pero en enero de 2025 obtuvo libertad anticipada por buena conducta.

Según datos de la Fiscalía Militar, filtraciones del grupo Guacamaya y expedientes del Poder Judicial, la mayoría de las sentencias condenatorias han recaído en militares de menor rango. 

En 49 casos donde los acusados son jefes, como coroneles y tenientes coroneles, no ha habido sentencia definitiva.

Además, la revisión de fallos muestra argumentos judiciales sexistas que revictimizan a las denunciantes y desacreditan sus testimonios.

Los tribunales militares han emitido resoluciones cargadas de estereotipos. En Baja California, por ejemplo, un juez desestimó una denuncia de violación porque la víctima "no fue altamente reactiva". 

Otro juez en Tamaulipas concluyó que no había abuso sexual porque el acusado no había buscado la cópula. 

Estos fallos reflejan una justicia militar sin perspectiva de género ni sensibilidad ante la violencia sexual.

En 2018 y 2019 se reportó un aumento de denuncias ante la Oficina para la Atención del Hostigamiento y Acoso Sexual (HAS), pero luego la Defensa reclasificó los casos y eliminó de las estadísticas aquellos que no coincidían con su definición interna de hostigamiento.