Disminuye el bienestar infantil: Unicef

México ocupa el lugar 34 de 43 países en bienestar mental, salud física y desarrollo de habilidades en niños y niñas tras la pandemia de Covid-19, según el informe "Report Card 19" de Unicef. 

La pandemia provocó un cierre prolongado de escuelas en el país, con hasta 81 semanas de interrupción educativa, la segunda más larga entre los países evaluados, afectando gravemente el aprendizaje y la vida social de los menores.

El informe destaca que, aunque los niños fueron el grupo menos afectado físicamente por el virus, las restricciones y los confinamientos tuvieron un impacto profundo en su bienestar emocional y educativo. 

México, junto con Colombia y Costa Rica, presenta los porcentajes más bajos de jóvenes de 15 años con habilidades básicas de lectura, escritura y aritmética, reflejando un retraso significativo en el aprendizaje.

Además, el informe señala que eventos climáticos y olas de calor afectaron a más de 13 millones de estudiantes en México, siendo el país latinoamericano más impactado por interrupciones escolares debido a fenómenos meteorológicos. 

Durante 2022, aproximadamente 250,000 niños fueron desplazados de sus hogares por desastres naturales vinculados al cambio climático.

La salud mental de los niños también ha sufrido un deterioro considerable en México, con una baja en la satisfacción vital y habilidades sociales, especialmente en la empatía, en comparación con otros países. 

México se encuentra entre los países con mayor disminución en estos indicadores, y además registra un bajo porcentaje de adolescentes que hablan regularmente con sus padres, un factor clave para el bienestar emocional.

El reporte subraya la urgente necesidad de que las autoridades y la sociedad implementen estrategias integrales que aborden tanto la recuperación educativa como la salud mental y la adaptación al cambio climático.

Sin estas acciones, los niños y niñas mexicanos podrían enfrentar consecuencias a largo plazo que afecten su desarrollo personal, social y económico.

El reporte advierte que la recuperación educativa es desigual, afectando más a los niños de familias desfavorecidas, y señala la necesidad de implementar políticas públicas que atiendan tanto la salud mental como el impacto climático para proteger a las nuevas generaciones y asegurar su desarrollo integral.