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Explica Defensa la vigilancia aérea en el territorio mexicano

Explica Defensa la vigilancia aérea en el territorio mexicano
La Secretaría de Defensa explicó que el sistema opera en cuatro fases.

Publicación:19-02-2025
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La Sedena ha detectado vuelos espías de EE.UU. en espacio aéreo internacional, pero no en territorio mexicano, según el general Ricardo Trevilla Trejo.

Ante el acecho de aviones y drones espía de Estados Unidos, la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) opera "al 100%" el sistema de vigilancia del espacio aéreo para detectar e interceptar aeronaves sospechosas y no autorizadas para volar en nuestro país.

Consultada al respecto, la dependencia respondió que desde el Centro Nacional para la Protección y Vigilancia del Espacio Aéreo (Cenavi) se monitorea y protege el cielo mexicano con tecnología satelital, radares y aviones tripulados y no tripulados, según la dependencia al mando del general Ricardo Trevilla Trejo, quien hace unos días dijo que sólo se han detectado dos vuelos espías, uno el 31 de enero y el otro el 3 de febrero pasados, pero en Espacio Aéreo Internacional.

El Cenavi sustituyó el año pasado al Sistema Integral de Vigilancia Aérea (SIVA) para inhibir y contrarrestar las aeronaves ilícitas que atentan contra la seguridad nacional, y cuenta con personal que opera radares militares y civiles en las fronteras norte y sur para detectar todo tipo de aeronaves que ingresen de manera irregular al Espacio Aéreo Mexicano, como las que utilizan los grupos criminales para traficar cargamentos de droga.

Desde el centro de mando, ubicado en la sede de la Defensa Nacional, los elementos militares realizan labores de control, monitoreo, comunicaciones e inteligencia durante las operaciones de vigilancia del Espacio Aéreo Mexicano.

El Cenavi cuenta con el apoyo de aviones como el Embraer Emb-145, King Air 350ER y Hermes, este último no tripulado, así como helicópteros, vehículos y 17 unidades tácticas con el fin de interceptar cualquier aeronave sospechosa.

De acuerdo con la Defensa, dicho sistema de vigilancia funciona en cuatro fases: la primera es la detección de aeronaves a través de los radares desplegados en el país. Una vez que se lleva a cabo la detección, se procede a solicitar a la tripulación que se identifique, y si se logra ahí se detiene el procedimiento. Sin embargo, si continúa sin identificarse, se pasa a la segunda fase que consiste en interceptarlo; este procedimiento se lleva a cabo con aeronaves como el Embraer Emb-145 que acuden al punto donde está la aeronave sospechosa.

La tercera fase se materializa con las mismas naves interceptoras, con las plataformas aéreas que tienen capacidad de detección radar y también de visión nocturna para darle seguimiento hasta el punto en donde va a aterrizar.

Una vez que aterriza se aplica la cuarta fase, que es la intercepción terrestre y la consolidación de la misión, en la que se logra la detención de los tripulantes y el aseguramiento de la aeronave.

La ruta más común es Venezuela-Nicaragua-México, llegando a los estados de Chiapas, Quintana Roo y Tabasco, mientras que las principales zonas de aterrizaje son pistas clandestinas, aeródromos no controlados y campos de alfalfa, según las investigaciones realizadas por el personal militar.

En promedio, el sistema de vigilancia del espacio aéreo del Ejército Mexicano intercepta tres vuelos sospechosos al mes, la mayoría del crimen organizado que intenta trasladar droga desde Centroamérica y Sudamérica a Estados Unidos.



« El Universal »