Imputan por terrorismo a estadounidenses ligados al CJNG

El caso del tráfico de huachicol entre México y Estados Unidos, ha alcanzado un nuevo nivel con la imputación formal de ciudadanos estadounidenses por brindar apoyo material al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), clasificado como organización terrorista. 

Los Jensen operaban a través de la empresa Arroyo Terminals, desde la cual realizaron más de 2 mil 800 envíos ilegales de crudo robado desde México, camuflado como aceite usado. 

Este petróleo era mezclado con crudo legal en Texas y redistribuido en Estados Unidos, América Latina y Europa. 

La fiscalía estadounidense ha destacado que el caso expone cómo el crimen organizado logró infiltrarse en los sistemas financieros y legales del país con apoyo interno.

El Departamento de Justicia subrayó la gravedad del caso, marcando un precedente al aplicar cargos de apoyo al terrorismo a ciudadanos estadounidenses en relación con un cártel mexicano. 

Las posibles penas alcanzan hasta 20 años de prisión por los delitos principales, además de otras sanciones. 

Actualmente, los acusados están en libertad bajo condiciones estrictas, incluyendo monitoreo GPS y restricción total de manejo de recursos financieros.

Las autoridades también rastrean más empresas en Texas, Nuevo México y otras zonas con esquemas similares. 

Estas compañías operaban sin licencias, con triangulación de recursos y facturas falsas, utilizando crudo de origen mexicano como insumo legal. 

El FBI y la DEA advierten que las tácticas del huachicol han sido adoptadas dentro del sistema energético estadounidense.

La investigación podría ampliarse a funcionarios estatales por posibles omisiones o complicidad al permitir que Arroyo Terminals operara sin controles durante años. 

"Este caso va más allá del robo de crudo: revela cómo el CJNG ha penetrado estructuras legales con la complicidad de actores locales", concluyó un portavoz de la fiscalía federal.