Replican otros en la 4T vida de lujo de Noroña

Varios senadores de la autodenominada Cuarta Transformación, incluidos Gerardo Fernández Noroña, poseen propiedades y vehículos de lujo, lo que contrasta con la imagen de austeridad y humildad que promueve su movimiento político.

Las declaraciones patrimoniales presentadas en 2024 muestran que legisladores de Morena, PVEM y PT tienen casas, departamentos y terrenos con valores que oscilan entre 7 y 50 millones de pesos, así como automóviles de marcas de lujo como Mercedes Benz, Audi, BMW y Lincoln.

Fernández Noroña declaró una casa de 12 millones de pesos en Tepoztlán y una camioneta Volvo, aunque su patrimonio no es el de mayor valor entre sus colegas.

El senador Carlos Lomelí Bolaños, de Morena, posee la propiedad más costosa, valuada en 49.5 millones de pesos, además de contar con un patrimonio total de 118 millones de pesos, que incluye casas, locales comerciales, autos e incluso un palco deportivo.

Otro legislador destacado es Óscar Cantón Zetina, también de Morena, quien reportó una casa adquirida en 2023 valuada en 18.4 millones de pesos y un total de propiedades por 22 millones.

Waldo Fernández González, del Partido Verde, declaró una casa de 16.2 millones de pesos y posee una colección de autos de lujo que incluye Mercedes Benz, Cadillac Escalade, GMC doble cabina y un vehículo eléctrico BYD.

La senadora Cynthia Iliana López Castro, exPRI y ahora morenista, adquirió en 2018 un departamento de 14.7 millones de pesos y posee un BMW 2022 valuado en 1.5 millones de pesos.

Yeidckol Polevnsky, exdirigente nacional de Morena y hoy senadora del PT, registró una casa de 11.4 millones de pesos adquirida en 2022, mientras que la senadora Juanita Guerra Mena, del Partido Verde, posee la Lincoln Navigator modelo 2024 más cara declarada, valuada en 2.5 millones de pesos.

Otros senadores, como Cecilia Guadalupe Guadiana Mandujano, José Manuel Cruz Castellanos e Ignacio Mier Velazco, también reportaron autos de lujo, incluyendo un Audi Q8 y dos Chevrolet Tahoe, con valores superiores a 1.5 millones de pesos cada uno.

Expertos señalan que estos lujos podrían tener un costo político, limitando futuras candidaturas, pese a que Morena y la presidenta Claudia Sheinbaum han decidido no condenar públicamente los excesos de algunos legisladores.

Estos hallazgos han generado críticas de la ciudadanía y cuestionamientos sobre la coherencia del mensaje de la Cuarta Transformación, ya que mientras los legisladores disfrutan de propiedades y vehículos millonarios, el discurso oficial sigue promoviendo la austeridad y la vida en la justa medianía.