No importa cuánto se diga y se defienda y hasta se presuman números engañosos, pero en el tema de la inseguridad nomás no hay quien encuentre la fórmula para erradicarla.

El episodio más reciente es el narcorretén en la autopista a Reynosa que afectó a miles de familias que buscaban aprovechar el puente revolucionario para hacer sus compras en la frontera.

En 2023, bajo circunstancias algo diferentes, esta misma vía y la Laredo se convirtió en tema noticioso por la cantidad de personas que terminaron con reporte de desaparecidas, sin que autoridad alguna interviniera para dar una respuesta a las familias que quedaron rotas al perder a alguno de sus integrantes.

También en 2023, al menos diez municipios que limitan con Tamaulipas reportaron que hasta el 80 por ciento de su población tuvo que emigrar porque el crimen organizado se apoderaba cada vez más, sin que nadie los frenara.

Ayer, como ahora, el gobierno de Nuevo León envió elementos para reforzar la seguridad.

Samuel García envió a la "frontera chica" cientos elementos a la zona, entre fuerzas militares y Fuerza Civil.

"Aquí en esta tierra, esta zona, nos ha afectado muchísimo todo el ruido de Tamaulipas, esa frontera chica que ha sido un descontrol por décadas le hace mucho daño a China, a Doctor Coss, a General Bravo...la gente no se siente segura", dijo en su momento Samuel García, al asegurar que blindarían la zona, destinando además para esta tarea, un black hawk.

Ahora, Fuerza Civil anuncia la creación de una división carretera, para reforzar la seguridad en la región.

Como en 2023, este año Samuel y el gobernador de Tamaulipas hacen acuerdos que, con el tiempo, se esfuman.

Se va convirtiendo en necedad que nuestros gobernantes no acepten lo que no se puede tapar con un dedo.

Afortunadamente no ha trascendido, en este último episodio, algún incidente violento por lamentar, pero la red flag prevalece.

Este ejercicio no se trata solo de emitir una queja y visibilizar lo que es claramente visible, sino de buscar soluciones, que es al final del día lo que la gente con mucho o poco recurso, reclama. Quiere circular por las autopistas del país con tranquilidad, con garantías de ir y regresar con bien, sin sustos.

Y en el tema de la seguridad, pareciera una auténtica coladera donde Fuerza Civil tapa un hoyo, pero deja al descubierto otro, y no por falta de voluntad, me queda claro; sino porque aún le faltan elementos para poder atender la enorme responsabilidad que lleva sobre sus hombros.

Lo he citado en otros ejercicios editoriales, lo mismo pasa con las Fuerzas Armadas: llega un contingente, llega otro; se atiende una zona, se descobija otra y eso es un cuento de nunca acabar.

Y también está clarísimo que esto es una tendencia nacional; para muestra, lo que sigue pasando en Sinaloa, Guerrero o Michoacán, donde la delincuencia organizada sí está organizada y pone en jaque a las fuerzas institucionales.

Urge que los gobiernos de Nuevo León y Tamaulipas alcen la voz y coordinados con el gobierno federal definan una eficaz estrategia de inteligencia para la seguridad en el noreste de México antes de que esto suba de tono.

Nuevoleoneses, tamaulipecos y mexicanos en general, nos merecemos vivir en paz.