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Opinión Editorial


Realidades


Publicación:12-02-2025
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La polarización y la falta de valores que hoy vivimos los han formado así, igualitos que al “Fofo” Márquez, pero más extremos

“Negar un hecho es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho”

Isaac Asimov

No se trata de la trama de una película de misterio o una serie de corte policíaco, es la pura, cruda, dura y triste realidad que vivimos en nuestro país, es la verdad con la que tenemos que afrontar aunque en ocasiones nos parezca distante y ajena, aunque la tengamos en nuestra ciudad, barrio, cuadra o incluso en nuestra misma casa.

El mundo de hoy está plagado de personas enfermas que tienen su escala de valores invertida, aunque presumen de lo contrario y van por la vida demandando un trato “justo”, dicen ellos, para los animales, colocándolos al mismo nivel de los humanos.

Hace unos días en Tultepec, Estado de México, la mascota de unas personas presentaba un problema de salud y por ello la llevaron a una clínica veterinaria en donde les informaron, tras los estudios correspondientes, que la perrita presentaba una obstrucción en el esófago; no contentos con el diagnóstico fueron a buscar otras opiniones sólo para confirmar el dictamen inicial, tras lo cual le pidieron al veterinario hacer lo necesario para salvarla.

El especialista les indicó que a pesar del procedimiento, debido al tiempo que había transcurrido, existía la posibilidad de que la perrita muriera, lo cual finalmente ocurrió.

Ante ello los dueños de la mascota reaccionaron como lo hacen muchas personas hoy, iniciando una campaña negativa contra la clínica y el profesional en redes sociales, acusándolo de negligencia y culpándolo de la muerte de su perrita.

Después el linchamiento mediático se transformó en una extorsión, exigiéndole al veterinario una cuantiosa cantidad de dinero para detener el linchamiento mediático, a lo cual el hombre no accedió, a pesar de las amenazas contra su vida que le hicieron.

Como si el dinero le fuese a devolver la vida a su mascota.

Pero como nada había funcionado y reventaban de coraje, terminaron por atacar con una arma blanca al profesionista, quien derivado de las lesiones sufridas perdió la vida.

Un solo hecho que nos dibuja con impactante claridad distintas realidades que vivimos hoy en día.

Por una parte un animalismo mal entendido en el que, reitero, se lleva a un extremo a los animales de compañía para convertirlos en “perrhijos” o “gathijos”, cuando son sólo animales de compañía.

Por la otra la facilidad con la que se invierten los valores y ante la pérdida de endereza una campaña difamatoria en redes sociales, misma que después se torna en el elemento clave de una extorsión para conseguir dinero fácil. Me callo y me olvido a cambio de dinero.

Y tercero, lo más preocupante, que en la frustración de verse sin perrita, sin “quemón” al veterinario y sin dinero porque no aceptó el chantaje, optaran por la agresión física al grado de emplear un arma blanca para hacerle daño y finamente asesinarlo.

Lo grave es que como esas personas hay muchísimas en nuestro México. La polarización y  la falta de valores que hoy vivimos los han formado así, igualitos que al “Fofo” Márquez, pero más extremos.





« Francisco Tijerina Elguezabal »