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Amazon y Perplexity: guerra total con trascendencia en la industria

Publicación:11-11-2025
TEMA: #Software
Comet, el navegador con IA de Perplexity, ofrece una función de IA que busca y compra productos en diversos sitios web, incluyendo Amazon, en nombre del usuario
Amazon y Perplexity se han embarcado en una batalla que puede ser trascendente en la industria, ya que involucra a dos tecnologías punteras en plena expansión: los agentes de IA y los navegadores web que basan su funcionamiento en inteligencia artificial.
El último capítulo es que Amazon.com ha enviado una dura carta de cese y desistimiento a Perplexity en la que le acusa de infringir sus condiciones de servicio al no identificarse como agente e insiste en que la empresa de IA impida que Comet, su navegador IA, realice compras automatizadas en nombre de los usuarios. Comet, al igual que el Atlas de OpenAI y otros navegadores, incluye un modelo de lenguaje amplio que puede automatizar la navegación web y realizar acciones como compras en línea cuando los usuarios se lo indiquen.
Amazon sostiene que las aplicaciones de terceros capaces de realizar compras en nombre de sus clientes deben solicitar permiso al gigante del comercio electrónico antes de habilitar esa función, para garantizar una experiencia positiva para el cliente: «Las aplicaciones de terceros que actúan como agentes, como el Comet de Perplexity, tienen las mismas obligaciones, y hemos solicitado repetidamente que Perplexity elimine a Amazon de la experiencia de Comet, particularmente en vista de la experiencia de compra y servicio al cliente significativamente degradada que proporciona», dice la firma de Bezzos en un comunicado.
Otra de las preocupaciones de Amazon parece ser que el agente de IA de Comet pueda comprar productos distintos de los que sugieren las recomendaciones de productos personalizadas del gigante del comercio electrónico. Algo que iría más allá de condiciones de servicio y experiencia de usuario, abonando las tesis de enfoque comercial del asunto.
Realmente, una solución sencilla para estos casos, si ambas compañías decidieran cooperar (que no es el caso), sería que Amazon pusiera sus datos de personalización a disposición de Perplexity, pero ello implicaría para éste una contraprestación económica y para Amazon un rival que competiría con su propio agente de IA nativo, Rufus.
Amazon y Perplexity
Comet, el navegador con IA de Perplexity, ofrece actualmente una función de IA que busca y compra productos en diversos sitios web, incluyendo Amazon, en nombre del usuario. Sin embargo, Perplexity afirma haber recibido una «agresiva amenaza legal» de Amazon que exige que deje de permitir que su asistente de IA compre por los usuarios, algo que, según la startup, contradice los valores de Amazon.
El caso tiene su complejidad... ¿Deben los agentes de IA identificarse como tal o actuar en nombre de los usuarios es suficiente si éstos así lo consideran? Y otras cuestiones a debate, ¿Amazon no quiere agentes de IA externos en su plataforma que compita con el suyo propio, Rufus? Y por otro lado, hace unos meses Cloudflare publicó una investigación que acusaba a Perplexity de extraer datos de sitios web, ignorando específicamente las solicitudes de sitios que bloqueaban bots de IA.
Perplexity ha respondido, también duramente, al cese y desestimiento que exige Amazon calificándolo como «acoso». El argumento del especialista en IA es que, dado que su agente actúa en nombre de un usuario humano, automáticamente tiene los mismos permisos que éste. Esto implica que no necesita identificarse como agente. Por ello Perplexity se opone a la exigencia de Amazon y ha publicado una extensa entrada en su blog en la que califica la postura del gigante del comercio electrónico como «una amenaza para todos los usuarios de Internet».
«Durante los últimos 50 años, el software ha sido una herramienta, como una llave inglesa en manos del usuario», dicen desde Perplexity. «Pero con el auge de la IA agentiva, el software también se está convirtiendo en trabajo: un asistente, un empleado, un agente». La startup indica que las grandes corporaciones no tienen derecho a impedir que el usuario posea estas herramientas. «Los editores y las corporaciones no tienen derecho a discriminar a los usuarios en función de la IA que hayan elegido para representarlos. Los usuarios deben tener derecho a elegir las tecnologías que los representan».
El debate es complejo
El profesor de derecho de la Universidad de Santa Clara, Eric Goldman, declaró a The Register que Comet utiliza las credenciales de los clientes de Amazon para realizar compras en su nombre y añadió que «cualquier servicio puede restringir la forma en que un usuario divulga sus credenciales. Podrían estipular en sus términos de servicio que no se pueden divulgar las credenciales a terceros».
Goldman añadió que existen razones por las que Amazon podría no querer hacer eso, ya que a los usuarios les puede resultar útil contar con servicios que actúen como intermediarios en su nombre. «Por ejemplo, muchas aplicaciones financieras solicitan las credenciales bancarias para recopilar datos del usuario y, potencialmente, realizar transacciones en su nombre», explica. Los bancos podrían bloquear este acceso. Pero si lo hacen, estarían excluyendo a un segmento de usuarios que valoran este tipo de acceso por encima de cualquier otro».
Si Amazon prohibiera la divulgación de credenciales según sus términos de servicio, el usuario estaría incumpliendo ese acuerdo al compartirlas con Comet, y Perplexity podría enfrentarse a responsabilidades adicionales por actuar con credenciales que no debería tener. El profesor añadió que Amazon podría optar por bloquear Comet específicamente, si Amazon pudiera identificar de manera fiable el navegador; un desafío que ha desconcertado a las empresas que han intentado bloquear los rastreadores de las empresas de IA.
Goldman afirmó que no está claro si Amazon podría ganar un caso de fraude informático si Perplexity se niega a negociar o a modificar su comportamiento. «Los tribunales están sumidos en el caos respecto a este tema, especialmente tras la decisión del Tribunal Supremo de EE. UU . en el caso Van Buren. Hoy en día, nadie sabe con certeza si el scraping [la extracción de información de sitios web] es legal».
Dudas para el futuro, como todo en la IA
El caso de Amazon y Perplexity es un ejemplo de otra de las grandes problemáticas de las tecnologías de inteligencia artificial e implican directamente a uno de sus puntales, los agentes de IA en su relación y capacidad de interacción con páginas web, buscadores, navegadores y con todos los servicios que Internet ofrece, incluido el comercio electrónico.
Los especialistas coinciden que, para el sistema legal, distinguir entre navegación web, extracción de datos y acceso mediante IA va a ser extremadamente difícil. El profesor californiano explicó que la disputa le recuerda a las batallas contractuales entre las compañías de televisión por cable y las emisoras. «Es como esas cosas en las que ambas partes tienen que sufrir antes de darse cuenta de que les conviene más trabajar juntas».
Y más allá otras preguntas. ¿Qué grado de responsabilidad tienen los agentes de IA en todo lo que son capaces de hacer? ¿Son los usuarios virtuales de las personas físicas que los aprueban o algo más? El debate continuará.
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