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Opinión Editorial


Creo que Dios es vieja


Publicación:14-12-2023
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La Virgen de Guadalupe, una figura femenina, se presenta para ser adorada, por primera vez, por una figura masculina, Juan Diego

"Desde el cielo, una hermosa mañana, la Guadalupana, la Guadalupana, la Guadalupana bajó al Tepeyac"... Así comienza la letra de una canción que simboliza la fe del pueblo mexicano. No es Jesucristo, ni ningún santo, ni siquiera Dios (todos masculinos); es una figura femenina que forma parte del sincretismo entre la religión católica y la de nuestros ancestros, nuestros pueblos originarios. Para ellos, Tonantzin es la virgen, la madre que simboliza la más grande fuerza femenina que poseen las mujeres: la fertilidad. 

Recientemente, en una charla con Paco,  un buen amigo (digamos, un "macho alfa"), al expresarse con gran cariño sobre su madre y las vivencias que compartió con ella, ahora en el cielo, llegó a conclusiones sorprendentes sobre los sentimientos que ningún hombre, por más amoroso y comprensivo que sea con sus hijos, puede igualar al de una madre. 

El perdón incondicional, el amor sin límites, el consuelo, la complicidad, la protección; todo eso y más es lo que una madre ofrece. Además, llevando en su vientre y gestando la vida en su cuerpo. Utilizó ejemplos extremos, argumentando que, aunque un hijo sea un violador, un asesino o un narcotraficante, ahí está la madre, visitándolo incluso en la cárcel. Un ejemplo de ese amor maternal fue Consuelo Loera, la madre de "El Chapo", recientemente fallecida. 

Continuó comentándome que ese inmenso amor, capaz de perdonar y seguir cuidando a sus hijos incluso cuando son adultos, solo se puede comparar con el amor que Dios nos tiene, un amor que perdona todo y que siempre espera con los brazos abiertos a sus hijos arrepentidos, a las ovejas descarriadas. "No puede ser de otra manera", explicaba, y de manera seria finalizó diciendo Paco: "Creo que Dios es vieja". 

Expresó su convicción con seriedad, respaldándola con sus argumentos y analogías entre Dios (masculino) y nuestras madres biológicas. Me hizo cuestionarme, ¿qué hay detrás de esta "sociedad patriarcal"? ¿Acaso es esta la verdadera luz: "La Diosa-Dios"? Por eso, la Virgen de Guadalupe, una figura femenina, se presenta para ser adorada, por primera vez, por una figura masculina, Juan Diego; el hombre se rindió ante la divinidad de la madre, la virgen, la mujer. Y sí, pues creo que Paco;  tiene algo o mucho de razón: Dios es vieja. 



« José Luis Galván Hernández »