Quisiera iniciar este apunte editorial deseando a las lectoras y lectores, lo mejor para el año 2025, que estoy convencido nos deparará grandes sorpresas; un período de tiempo que se ve complejo tanto a nivel local, nacional como internacional.

A nivel local con una pugna grave y crónica entre el gobierno estatal, el congreso y parte de los gobiernos municipales que se han visto agraviados con acciones que atentan contra su derecho a ejercer su presupuesto de manera autónoma.

Se trata de un conflicto que no tiene solución porque los involucrados toman decisiones pensando en las elecciones que tendrán lugar en el año 2027, lo que toma a los ciudadanos de a pie, como rehenes de los malos resultados que tendrán todas las administraciones involucradas.

Sin un presupuesto gubernamental actualizado y sin voluntad política para solventar la situación, el desastre anunciado es inminente. Si fuera un juego de serpientes y escaleras diríamos que todos bajan, y si fuera una pirinola, todos pierden.

A nivel nacional tendremos el efecto Trump, básicamente dos presiones simultáneas: contener a los migrantes que desesperados siguen intentando cruzar la frontera norte, y que serán forzados a permanecer en México. El otro tema es que el gobierno federal se verá obligado a enfrentar al crimen organizado y dar resultados creíbles.

En lo internacional, el combate contra los grupos terroristas será una tarea ardua y permanente. El gobierno que renuncie en su obligación de garantizar seguridad a sus gobernados, perderá esta guerra tarde o temprano.

En este mismo ámbito también tendremos la continuidad y profundización de la guerra comercial internacional entre los Estados Unidos y China. Considerando la necesidad de establecer alianzas para formar bloques comerciales, y contener al gigante asiático, los Estados Unidos establecerán políticas arancelarias protectoras de su mercado. Todo lo contrario que se requiere para fortalecer la economía a nivel internacional. Parece la crónica de un desastre económico anunciado.

Cuando la condición en el ciclo vital de un individuo, como en mi caso, se ubica en la fase de jubilado nonagenario, realmente eso de establecer propósitos para el año nuevo es una práctica que abandoné hace décadas.

Tengo que confesarlo estimado lector y lectora, no tengo ningún propósito para año nuevo. Obviamente esta actitud realista hizo eco en la familia, e inmediatamente me enviaron con el médico geriatra, para evaluar mi condición mental y emocional.

Para apaciguar los ánimos, les expliqué que en realidad sí tengo un propósito para este año, obviamente al mejor estilo de jubilado nonagenario, lo que uno desea profundamente es tener buena condición de salud para viajar y recorrer el mundo.

Así que en el momento clímax del brindis por el año viejo y el año nuevo, compartí a la familia el propósito para este ciclo que inicia, les dije copa de champagne en mano: "Con el inicio de 2025, una idea audaz y emocionante ha surgido como mi principal propósito de año nuevo: ¡brindo por visitar todos los países que son comunistas y están bajo una dictadura de partido único!".

Creo que la declaratoria de mi propósito de año nuevo fue un poco inesperada porque los allí presentes quedaron mudos. Luego insistí en lo viable de este proyecto asegurando que ya lo había comenzado, porque en ese momento estaba brindando en el corazón de la Perla del Caribe, en un lujoso hotel de playa Varadero.

Afortunadamente cuento con el servicio de una agencia de viajes que me entiende y que me programará, de manera eficiente, cada uno de los destinos turísticos. Ayer domingo por la tarde regresé de Cuba, y espero pronto retomar mi viaje hacia los destino comunistas que me esperan.

La mayoría de ellos se encuentran en el continente asiático, comenzaré haciendo justicia a la heroica República Socialista de Vietnam; en Hanoi espero visitar el  Mausoleo de Ho Chi Minh y su casco antiguo. Después me hospedaré en la Bahía de Halong: un paisaje marino de ensueño. También recorreré los túneles de Cu Chi que constatan el ingenio militar de los vietnamitas. El motivo para ir: experimentar cómo Vietnam ha mezclado su sistema político comunista con una creciente apertura económica, conocida como "Ð?i M?i".

En este itinerario visitaré también el país de la República Democrática Popular Lao, dirigido por el insigne Partido Popular Revolucionario de Laos, que posee una bandera emblemática que me cautiva, es de color rojo  y en el centro un martillo y una hoz.

En su capital, Luang Prabang, espero conocer hermosos templos budistas y cascadas. En la ciudad de Vientiane, visitaré el Monumento de Patuxai, inspirado en el Arco de Triunfo, así como la meseta de Bolaven, conocida por sus plantaciones de café. El motivo para ir: descubrir cómo un país pequeño ha sostenido un sistema comunista mientras se enfoca en el turismo ecológico y sostenible

En el trayecto no podría faltar la República Popular China, dirigida desde 1949, de  manera firme, por el Partido Comunista de China. Espero conocer la  Gran Muralla; en Pekín visitaré la Ciudad Prohibida, la Plaza Tiananmén y el Mausoleo de Mao Zedong. El motivo para ir: explorar cómo el Partido Comunista Chino ha liderado el desarrollo económico más rápido de la historia, y aprender sobre su visión de la modernidad socialista.

Por supuesto que no podría faltar en esta lista, lo que muchos camaradas comunistas consideran la meca del comunismo actual: la ínclita República Popular Democrática de Corea, dirigida, de manera imperturbable, con el celo comunista del Partido del Trabajo.

Espero en la capital de Pyongyang, conocer el Monumento a la Fundación del Partido, el Arco de Triunfo y el Metro de Pyongyang, uno de los más profundos del mundo. Acudiré a la Zona Desmilitarizada (DMZ), para examinar de manera directa el tenso límite con Corea del Sur. Y también subiré el Monte Paektu, un lugar sagrado en la mitología norcoreana.

El motivo para ir: confirmar que Pyongyang es realmente el recinto sagrado del comunismo en el mundo actual.

El 2025 promete ser un año lleno de aprendizajes y experiencias únicas. Puedo adelantar que aunque mi hipótesis de trabajo para este viaje es que la República Popular Democrática de Corea posee gran prestigio cómo máximo bastión de los partidos comunistas; mi hipótesis nula será confirmar que en realidad el Partido Popular Revolucionario de Lao, es la carta escondida que refleja el secreto mejor guardado de lo que un partido comunista puede lograr en cuanto a su pureza ideológica y política.