Banner Edicion Impresa

Opinión Editorial


Vivir en La Habana


Publicación:30-12-2024
version androidversion iphone

++--

Ser comunista no es una gripe, es un estilo de vida, una condición ideológica y política.

Ser comunista no es una gripe, es un estilo de vida, una condición ideológica y política que no importa el transcurrir del tiempo, la existencia sólo tiene sentido desde el marxismo leninismo como cosmovisión crítica del mundo.

Los comunistas amamos las dictaduras que representan la posibilidad real de un socialismo en un mundo predominantemente capitalista. Me refiero a las dictaduras de los partidos comunistas, que dirigen la transición histórica de la fase del capitalismo en su nivel de expansión mundial, como el actual, hacia un socialismo y luego hacia la fase final de la historia, como es el comunismo.

En este momento, hoy, un día antes de que termine el año 2024, me encuentro con mi linda esposa María Luisa y mi familia, en el hotel llamado Palacio de los Corredores, en el corazón de la Habana Vieja. Es un lugar de 5 estrellas, así que la comida y las habitaciones son de lo mejor. Paseo a diario en un vehículo chevrolet año 1957, descapotable, así lo solicité de manera intencionada, para recordar mi juventud, considerando que mi primer automóvil fue precisamente uno de este marca y año. Obviamente el vehículo parece original por fuera, pero debajo del cofre se esconde un motor a gasolina de origen soviético, muy resistente y durable.

Mañana martes 31 de diciembre nos trasladaremos al hotel Barceló Solymar, ubicado en las bellas playas de Varadero, allí pasaremos la velada de nochevieja y daremos la bienvenida al año 2025.

Sé que Cuba tiene sus problemas graves como nación en desarrollo, pero no deja de ser un bastión del socialismo que resiste en el tiempo, desde aquel 1ero de enero de 1959, en que cayó el gobierno del dictador Fulgencio Batista. La revolución comenzó el 26 de julio de 1953, y la declaración de la nación como un régimen marxista leninista fue en octubre de 1965, con el liderazgo del Partido Comunista de Cuba.

Este período de la Guerra Fría fue en México muy intenso, ser un joven comunista en esa época era clandestino y realmente apasionante. Recuerdo las pintas que realizábamos en el barrio antiguo de la ciudad,  la policía nos perseguía durante la madrugada, sin lograr atraparnos. Tapizamos literalmente Monterrey con el slogan revolucionario de "¡Cuba sí, Yanquis no!"

El 16 de abril de 1961, Fidel Castro Ruz, inauguró Radio Habana Cuba, así que inmediatamente compré un radio Philips de onda corta, en el que escuchaba con entusiasmo sus prolongados discursos. Desde entonces surgió en mí el deseo de vivir en La Habana, para experimentar en carne propia el proceso al socialismo en un país marxista leninista.

Hoy que estoy jubilado estoy considerando seriamente el cambiar mi residencia a La Habana. Como mexicano comprometido con los valores comunistas, considero que Cuba, como estado socialista,  representa un lugar ideal para experimentar una vida más alineada con mis principios.

A continuación, enumero cinco razones que sustentan esta reflexión y explican por qué vivir en Cuba y, en particular en su capital, tiene tanto sentido para mí.

1. Un Sistema de Salud Público Ejemplar

Cuba ha construido uno de los sistemas de salud más destacados del mundo, accesible y gratuito para toda la población. La salud no es un privilegio, sino un derecho garantizado. Además, el país ha liderado avances médicos en áreas como la biotecnología y el desarrollo de vacunas. Para alguien que cree en la justicia social, esta política sanitaria es un pilar que refleja lo que debería ser posible en cualquier sociedad.

2. Educación Gratuita y de Calidad

La educación cubana es reconocida internacionalmente por su calidad, con una tasa de alfabetización del 99,8%. Más allá de las cifras, la educación está diseñada para formar ciudadanos conscientes, comprometidos con la sociedad y su desarrollo. Para mí, este enfoque educativo, profundamente ideológico, es inspirador y un modelo que quiero conocer como docente jubilado que soy.

3. Seguridad y Bajo Índice de Criminalidad

A diferencia de muchas ciudades del mundo, La Habana se caracteriza por su bajo nivel de violencia y criminalidad. Para alguien proveniente de México, un país con altos índices de inseguridad, esta realidad resulta un contraste significativo. La sensación de seguridad no solo mejora la calidad de vida, sino que permite concentrarse en el desarrollo personal y comunitario.

4. Una Cultura Revolucionaria Viva

Cuba es un país donde la Revolución no es solo un evento histórico, sino un proceso vivo y en constante evolución. En La Habana, las plazas, los murales y las instituciones reflejan un compromiso continuo con los ideales socialistas. Para mí, esta atmósfera ofrece una conexión diaria con los valores que defiendo y una oportunidad para contribuir a su preservación.

5. La Riqueza Cultural y Artística

La cultura cubana es vibrante y profundamente conectada con sus raíces históricas y sociales. La música, la danza, la literatura y el cine son expresiones de un pueblo resiliente y creativo. Como amante de la cultura, este entorno es un estímulo constante que me inspira y me motiva. Desde que llegué a La Habana, escucho diariamente en las plazas públicas a músicos de edad avanzada, artistas callejeros, como lo fue el Compay Segundo, interpretando canciones propias de Buena Vista Social Club.

Deseo como comunista mexicano, ser parte de una Revolución que trasciende el tiempo, espero este año concretar mi mudanza para la bella isla del Caribe. La Habana no es solo una ciudad; es un símbolo de resistencia y esperanza para millones de personas en el mundo. Vivir aquí significa formar parte de una historia que trasciende fronteras y generaciones, una historia que sigue escribiéndose cada día. Para mí, esto representa una oportunidad única de contribuir a un proyecto que encarna los ideales más nobles del comunismo.

Elegir mudarme a La Habana no es solo una decisión práctica; es una afirmación de mis principios.  Ser parte de esta experiencia no solo enriquecerá mi vida, sino que también me permitirá contribuir, desde mi posición como comunista mexicano, a un proyecto que busca transformar el mundo desde la raíz.

Porque al final, La Habana no es solo un destino; es un compromiso con un ideal; y para quienes creemos en un futuro mejor, no hay mejor lugar para estar. Miramar, el Vedado, Atabey, Siboney, son algunas zonas inmobiliarias que estoy considerando para esta nueva aventura de vida.



« El Porvenir »