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Carlo Acutis, el santo más joven del siglo XXI

Publicación:09-09-2025
TEMA: #Cultura
El 23 de mayo de 2024, el Papa Francisco reconoció oficialmente la intercesión del beato Carlo Acutis en un milagro.
CIUDAD DE MÉXICO.- El domingo 7, en la Plaza de San Pedro del Vaticano, ha tenido lugar un momento crucial en la historia reciente de la Iglesia: la canonización
de Carlo Acutis. Un joven santo, un santo de nuestro tiempo, el santo de los jóvenes del siglo XXI.
El 23 de mayo de 2024, el Papa Francisco reconoció oficialmente la intercesión del beato Carlo Acutis en un milagro, tras la investigación correspondiente del Dicasterio para las Causas de los Santos, institución vaticana encargada de estos procesos. Este reconocimiento abrió el camino para que aquel muchacho, fallecido en 2006 con tan solo 15 años, se convirtiera en santo y en símbolo para las juventudes católicas.
La canonización estaba prevista para abril, pero el fallecimiento del Papa Francisco obligó a posponer la ceremonia. Finalmente, este multitudinario acto se celebró hoy, domingo 7 de septiembre de 2025, con cientos de miles de jóvenes llegados de todas partes del mundo.
Desde pequeño, Carlo mostró un profundo interés por las cosas de Dios. En la escuela defendía con pasión la Eucaristía, a la que llamaba "la calzada que lleva al cielo". Con apenas siete años pidió recibir la primera comunión. Como cualquier joven millennial, usaba internet a diario y decidió que era la mejor herramienta para acercar la fe a otros jóvenes. Así, viajó por diversos países documentando apariciones marianas como Lourdes y Fátima, además de cientos de "milagros eucarísticos" -manifestaciones de la presencia real de Cristo en la Eucaristía-, como las hostias sangrantes. Con toda esa información creó una página web.
En octubre de 2006 fue hospitalizado. Le dijo a su madre que no saldría de allí. Poco después le diagnosticaron leucemia, y apenas tres días después falleció. Su fama de santidad se manifestó desde el velorio, al que acudieron muchos desconocidos que contaron a sus padres cómo Carlo había transformado sus vidas.
En 2019, su cuerpo fue exhumado y hallado "íntegro", con los órganos conservados. Las imágenes de la apertura de su tumba en 2020 dieron la vuelta al mundo y consolidaron a Carlo como un símbolo de santidad moderna: patrón de internet, el influencer de Dios.
En 2020, el Papa Francisco aprobó un milagro atribuido a su intercesión: la curación de un niño brasileño gravemente enfermo del páncreas, tras rezar junto a las reliquias de Carlo. El segundo milagro, validado semanas atrás, corresponde al caso de Valeria, una joven costarricense que, tras un accidente en bicicleta que la dejó al borde de la muerte con daños cerebrales severos, se recuperó de manera súbita e inexplicable después de que sus seres queridos encomendaran su vida a Carlo y su madre visitara la tumba del joven beato.
Hoy, Carlo Acutis ya es oficialmente santo. El millennial que usó internet para difundir la fe católica ha quedado grabado en la memoria de la Iglesia como el influencer de Dios.
Para los jóvenes de hoy, Carlo es una prueba viviente de que la santidad no es una meta lejana ni reservada a tiempos pasados. Su vida demuestra que, aun en medio de la tecnología, la prisa y la incertidumbre de este siglo, es posible vivir con amor, alegría y esperanza. Su mensaje es claro: la fe puede ser parte de la vida cotidiana, puede estar en una computadora, en un celular, en un gesto sencillo de bondad hacia el otro. Carlo recuerda a las nuevas generaciones que lo verdaderamente importante no es lo que poseemos, sino lo que compartimos, y que el camino hacia Dios está abierto para todos, incluso para quienes buscan sentido en medio del ruido del mundo moderno.
El 23 de mayo de 2024, el Papa Francisco reconoció oficialmente la intercesión del beato Carlo Acutis en un milagro, tras la investigación correspondiente del Dicasterio para las Causas de los Santos, institución vaticana encargada de estos procesos. Este reconocimiento abrió el camino para que aquel muchacho, fallecido en 2006 con tan solo 15 años, se convirtiera en santo y en símbolo para las juventudes católicas.
La canonización estaba prevista para abril, pero el fallecimiento del Papa Francisco obligó a posponer la ceremonia. Finalmente, este multitudinario acto se celebró hoy, domingo 7 de septiembre de 2025, con cientos de miles de jóvenes llegados de todas partes del mundo.
Desde pequeño, Carlo mostró un profundo interés por las cosas de Dios. En la escuela defendía con pasión la Eucaristía, a la que llamaba "la calzada que lleva al cielo". Con apenas siete años pidió recibir la primera comunión. Como cualquier joven millennial, usaba internet a diario y decidió que era la mejor herramienta para acercar la fe a otros jóvenes. Así, viajó por diversos países documentando apariciones marianas como Lourdes y Fátima, además de cientos de "milagros eucarísticos" -manifestaciones de la presencia real de Cristo en la Eucaristía-, como las hostias sangrantes. Con toda esa información creó una página web.
En octubre de 2006 fue hospitalizado. Le dijo a su madre que no saldría de allí. Poco después le diagnosticaron leucemia, y apenas tres días después falleció. Su fama de santidad se manifestó desde el velorio, al que acudieron muchos desconocidos que contaron a sus padres cómo Carlo había transformado sus vidas.
En 2019, su cuerpo fue exhumado y hallado "íntegro", con los órganos conservados. Las imágenes de la apertura de su tumba en 2020 dieron la vuelta al mundo y consolidaron a Carlo como un símbolo de santidad moderna: patrón de internet, el influencer de Dios.
En 2020, el Papa Francisco aprobó un milagro atribuido a su intercesión: la curación de un niño brasileño gravemente enfermo del páncreas, tras rezar junto a las reliquias de Carlo. El segundo milagro, validado semanas atrás, corresponde al caso de Valeria, una joven costarricense que, tras un accidente en bicicleta que la dejó al borde de la muerte con daños cerebrales severos, se recuperó de manera súbita e inexplicable después de que sus seres queridos encomendaran su vida a Carlo y su madre visitara la tumba del joven beato.
Hoy, Carlo Acutis ya es oficialmente santo. El millennial que usó internet para difundir la fe católica ha quedado grabado en la memoria de la Iglesia como el influencer de Dios.
Para los jóvenes de hoy, Carlo es una prueba viviente de que la santidad no es una meta lejana ni reservada a tiempos pasados. Su vida demuestra que, aun en medio de la tecnología, la prisa y la incertidumbre de este siglo, es posible vivir con amor, alegría y esperanza. Su mensaje es claro: la fe puede ser parte de la vida cotidiana, puede estar en una computadora, en un celular, en un gesto sencillo de bondad hacia el otro. Carlo recuerda a las nuevas generaciones que lo verdaderamente importante no es lo que poseemos, sino lo que compartimos, y que el camino hacia Dios está abierto para todos, incluso para quienes buscan sentido en medio del ruido del mundo moderno.
« El Universal »