Avanza despetrolización; presiona las finanzas

La despetrolización de las finanzas públicas, que ha alcanzado este año niveles no observados al menos desde 1990, y que afecta la disponibilidad de recursos para atender problemas del país, no ha podido ser frenada por el gobierno.

El primer año del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ya se perfila como el año en que las arcas públicas registrarán menos ingresos por la actividad petrolera. 

Cifras reportadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) muestran que entre enero y abril de 2025 los ingresos petroleros que captó el erario se ubicaron en 315 mil 283 millones de pesos, una reducción anual real de 12.3%.

Esa contribución representó 10.9% de los ingresos públicos, la menor proporción desde que hay registro, 1990, con excepción de los primeros cuatro meses de 2020, cuando representó 8.4% por los impactos de la pandemia de Covid-19, que llevaron a los petroprecios a cotizar en negativo algunos días.

Pero incluso ese año de contingencia sanitaria, con menor demanda de crudo y caída en los ingresos, podría ser superado en 2025 como el peor año en recaudación petrolera, ya que en 2020 la contribución al erario fue de 11.3%.

Expertos explican que la caída en ingresos por hidrocarburos en esta administración obedece a que no se ha incrementado de manera relevante la producción de crudo, a lo que se suma que los petroprecios sufren una disminución.

De acuerdo con datos del Banco de México, el precio promedio de la mezcla mexicana de exportación entre enero y abril de este año fue 10.8% menor respecto al mismo periodo de 2024, tras caer de 73.50 a 65.50 dólares por barril. "La recaudación petrolera se redujo por una menor producción de crudo, pues Pemex produce menos de 1.5 millones de barriles diarios, lejos de los niveles de hace dos décadas. Hay bajos precios del petróleo, ya que han sido menores a lo estimado, y hay menos exportaciones por el impulso a la refinación interna", explicó Marcial Díaz Ibarra, consultor de QUA Energy.

Añadió que una de las consecuencias es que se reduce la dependencia sobre esos ingresos volátiles, lo que deja planear las finanzas públicas con estabilidad, pero se genera una presión sobre la recaudación, además de que puede crecer el déficit o recurrir al endeudamiento si no se compensa el desequilibrio con una reforma fiscal.

Jesús Carrillo, analista de economía y energía, coincidió en que la producción decreciente en Cantarell no ha podido ser reemplazada. "Hay que sumar que la carga fiscal de Pemex ha bajado incluso antes del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, y luego se redujeron sus aportaciones con la disminución del Derecho de Utilidad Compartida y más ahora, con el Derecho Petrolero del Bienestar", apuntó.

Lo anterior genera que el gobierno se vea en la necesidad de apretarse el cinturón en otras áreas del gasto público y a exprimir otros sectores por recursos para cumplir sus metas y compromisos políticos.

De enero a abril de 2025 los ingresos tributarios crecieron 10.1% anual real, por mayor captación del Impuesto Sobre la Renta (ISR), así como por el Impuesto al Valor Agregado (IVA), basado en el consumo.