Se estanca negociación para reabrir el gobierno en EU

Las esperanzas de un rápido fin al cierre del gobierno en Estados Unidos se desvanecían el viernes, mientras republicanos y demócratas se preparaban para una prolongada confrontación. 

El presidente Donald Trump alistaba planes para ordenar despidos y aplicar recortes en todo el gobierno federal, aumentando la tensión en el tercer día de la parálisis administrativa.

Los senadores regresaron al Capitolio para otra votación sobre la financiación, sin que se vislumbre un avance real. 

Los demócratas exigen que el Congreso extienda los beneficios fiscales a la salud, mientras que los republicanos buscan desgastarlos con votaciones diarias sobre un proyecto aprobado en la Cámara de Representantes que reabriría temporalmente el gobierno con los niveles de gasto actuales.

Aunque su partido controla la Casa Blanca y ambas cámaras del Congreso, las reglas del Senado obligan a obtener 60 votos para aprobar el presupuesto, lo que da a los demócratas capacidad de bloqueo con sus 47 escaños.

La estrategia demócrata se centra en la atención médica, exigiendo que se prolonguen los créditos fiscales a los planes de salud del mercado creado por la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA). 

El líder de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, advirtió que más de 20 millones de estadounidenses sufrirán aumentos en primas, copagos y deducibles si no se aprueba la extensión.

Trump, por su parte, busca aprovechar el cierre para avanzar en recortes profundos a agencias federales e incluso aplicar despidos permanentes. 

El director de presupuesto, Russ Vought, ya bloqueó miles de millones en infraestructura en estados con senadores demócratas y anunció la retención de otros 2,100 millones de dólares para un proyecto ferroviario en Chicago.

Amenaza confrontación un impacto económico 

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, cerca de 750,000 empleados federales podrían quedar sin trabajo temporal y perder 400 millones de dólares en salarios diarios, reduciendo el consumo y afectando a la economía en general. 

El presidente de la Cámara baja, Mike Johnson, acusó a los demócratas de infligir "dolor real al pueblo estadounidense" al rechazar en repetidas ocasiones la propuesta republicana.

Históricamente, el público reparte culpas entre ambos partidos en cada cierre de gobierno. 

En 2018, Trump cargó con el costo político por exigir fondos para el muro fronterizo, pero en esta ocasión son los demócratas quienes condicionan su apoyo a una demanda política. 

Aun así, ambos bandos confían en que el otro será considerado responsable, mientras multiplican conferencias de prensa, transmisiones en vivo y mensajes en redes sociales para influir en la opinión pública.

Algunos senadores han intentado abrir un canal de negociación bipartidista para extender por un año los créditos fiscales de la ACA y reabrir el gobierno de manera temporal, pero las conversaciones están en fases iniciales y carecen del respaldo pleno de los líderes. 

En caso de que la votación fracase, Thune anticipó que el Senado podría dejar pasar el fin de semana antes de nuevos intentos.

Desde el pleno, la senadora demócrata Amy Klobuchar llamó a los republicanos a buscar un "terreno común", advirtiendo que millones de estadounidenses, incluidos agricultores y pequeños empresarios, sufrirán si no se reactivan los subsidios de salud.