Trastocan precipitaciones actividad del aeropuerto

Tremendo caos es el que se vivió la tarde noche en el Aeropuerto Internacional de Monterrey ante la suspensión de salida y llegada de vuelos.

Todo esto ocasionado por la fuerte lluvia que se dejó sentir en la entidad y que ocasiono fuertes encharcamientos.

Al momento en que llegaban las personas que iban a viajar eran informados que los vuelos no podían salir por las malas condiciones climáticas que se estaban presentando.

Esto aunado a que la pista de aterrizaje presentaba también problemas de agua acumulada en algunos de puntos.

En cuestión de minutos, las pantallas de salidas y entradas de los vuelos comenzaron a cambiar ante la molestia de las personas.

"No puede ser, se están retrasando todos los vuelos de todas las aerolíneas por la fuerte lluvia que esta cayendo", fueron las palabras de Omar Escamilla, quien se disponía a salir de la ciudad.

Muchas de las personas afectadas acudían a los demostradores para pedir información sobre la situación de sus vuelos.

Los empleados de las aerolíneas no podían dar una hora exacta del tiempo en que se iba a normalizar la situación.

Al ver como se estaban presentando las cosas, las salas de espera se convirtieron en el refugio de los viajeros.

Otros decidieron acudir a algún restaurante a degustar algo, pues la espera iba a ser larga a decir del personal del aeropuerto.

Pero no solo quienes iban a salir de Monterrey tenían ese problema, muchas personas que esperaban la llegada de algún familiar fueron informados que sus vuelos se iban a retrasar.

"Hay mucha incertidumbre porque no sabemos que va a pasar, yo estaba esperando a mi hija que viene procedente de la Ciudad de México, pero ya se retraso la hora de llegada, ni modo nos tocara esperar, aparte tendremos que quedarnos un rato más, pues nos dicen que las calles y carreteras están colapsadas e inundadas", señalo Yadira Montelongo Galván habitante del municipio de San Pedro.

Fue así como decenas de turistas y visitantes tuvieron la amarga experiencia de tener que quedarse en el aeropuerto todo ocasionado por la lluvia.