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¿Por qué no hay una consola HP Omen? Por Windows

Publicación:25-03-2025
TEMA: #Tecnologia
El problema con Windows es que, en estos dispositivos, arrastra consigo la complejidad del escritorio tradicional.
El mercado de las consolas portátiles vive una segunda juventud. Lo que hasta hace poco parecía tierra muerta, se ha convertido en un tablero de juego para fabricantes de PC que buscan traducir su experiencia en rendimiento y diseño a dispositivos más compactos. Sin embargo, no todos han decidido mover ficha. HP, con su conocida marca Omen, todavía observa desde la barrera, y no es por falta de capacidad técnica. A veces, el freno no es el hardware, sino el sistema que lo gobierna.
Josephine Tan, vicepresidenta senior y presidenta de la División de Soluciones de Juegos en HP, ha sido tajante: la experiencia de Windows en pantallas pequeñas no está a la altura. No lo dice como una crítica casual, sino como un obstáculo de peso que ha frenado internamente cualquier desarrollo serio de una consola portátil bajo la insignia Omen. De hecho, se mostró abiertamente decepcionada con la forma en que Windows se comporta en estos entornos, una opinión que, según reconoce, comparten muchos usuarios y analistas.
La alternativa más sólida que baraja HP es SteamOS. Tan no titubeó al responder afirmativamente a la idea de lanzar un dispositivo portátil si se apoyara en este sistema operativo. El impulso que está tomando SteamOS en el sector, con ejemplos como la ya cercana Legion Go S de Lenovo o la decisión de Valve de abrir su sistema a otros fabricantes, lo posiciona como una opción cada vez más viable. Para HP, esto supondría librarse de las limitaciones de Windows sin renunciar a una experiencia de usuario fluida y centrada en el juego.
El problema con Windows es que, en estos dispositivos, arrastra consigo la complejidad del escritorio tradicional. Las consolas portátiles actuales con este sistema se ven obligadas a ejecutar versiones completas con lanzadores de terceros que apenas ocultan una interfaz pensada para el ratón y el teclado. HP observa esto como un gran punto de fricción. La promesa de una interfaz Xbox integrada sobre Windows, como la que se rumorea para un dispositivo portátil de marca blanca apoyado por Microsoft, podría cambiar ese escenario. Pero mientras tanto, no hay movimiento.
Tan también dejó clara la filosofía de HP: no basta con seguir la moda. La empresa no lanzará un producto al mercado a menos que pueda hacerlo bien, y eso implica ofrecer una experiencia cuidada, desde el encendido hasta la reanudación del último juego. Esto no ocurre con Windows hoy por hoy. Además, la compañía ve potencial en su ecosistema, donde puede integrar tanto PCs como periféricos y tecnologías propias como OMEN AI, que ajusta dinámicamente los parámetros del juego para sacar el máximo partido del hardware, algo crucial en un entorno con limitaciones térmicas como el de una consola portátil.
La ventana no está cerrada del todo. Con la maduración de SteamOS y posibles movimientos estratégicos de Microsoft, el software podría dejar de ser un obstáculo. En ese caso, otras compañías que hasta ahora han permanecido a la espera, como Alienware o la propia HP, podrían irrumpir con propuestas diferenciadoras. Pero por ahora, el mensaje es claro: el futuro de la consola portátil HP Omen no depende de los ingenieros de hardware, sino del sistema operativo que esté a la altura de lo que esperan ofrecer.
Lo que más me llama la atención de esta decisión es lo que revela de fondo: que, en este mercado tan dinámico, no siempre es la potencia bruta o el diseño lo que abre camino, sino la experiencia final. Me pregunto si dentro de unos años recordaremos este momento como el instante en que Windows perdió la batalla portátil... o como el empujón que necesitaba para reinventarse.
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