Reflejan designaciones de jueces influencia de la ´4T´

La elección directa de ministros y jueces realizada el pasado 1 de junio ha puesto en el centro del debate el creciente protagonismo de perfiles vinculados al oficialismo y a movimientos sociales en el Poder Judicial de la Federación. 

María Estela Ríos González, Irving Espinosa Betanzo y Delia Icela Quiroa Flores son los nuevos integrantes electos, cuyas trayectorias evidencian tanto cercanía política con el proyecto del expresidente Andrés Manuel López Obrador como perfil con distintas experiencias profesionales.

María Estela Ríos, quien obtuvo más de 4 millones 729 mil votos, es una abogada especializada en derecho laboral con una historia cercana al expresidente, ya que fue su consejera jurídica en la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y, más recientemente, en la Presidencia de la República. 

Su elección como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha sido vista como un paso más en la consolidación del oficialismo dentro del máximo tribunal.

Además que ha impulsado propuestas centradas en agilizar procedimientos judiciales y hacer que las resoluciones sean accesibles y comprensibles para toda la ciudadanía.

Sin embargo, su falta de una trayectoria judicial independiente ha generado cuestionamientos sobre la imparcialidad y autonomía que debe caracterizar al Poder Judicial.

Por su parte, Irving Espinosa Betanzo, quien alcanzó más de 3 millones 587 mil votos, ha trabajado durante años en cargos vinculados a Morena y a figuras clave como Ernestina Godoy y Clara Brugada.

Ha desarrollado buena parte de su carrera en la administración pública capitalina y en estructuras legislativas del partido gobernante. Su discurso se centra en promover una Corte "de puertas abiertas" y en combatir la corrupción dentro del Poder Judicial, planteamientos que, aunque bien intencionados, han sido interpretados por algunos expertos como alineados con el proyecto político en el poder.

En el ámbito judicial, Espinosa preside actualmente una sala especializada del Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México, pero sus vínculos partidistas y promocionales han generado debate sobre su independencia.

En contraste, Delia Icela Quiroa Flores, quien obtuvo más de 81 mil votos para ser jueza de Distrito en Sinaloa, aporta a la judicatura una perspectiva distinta.

Mujer buscadora, ha dedicado gran parte de su vida a la lucha por los derechos de las víctimas y la denuncia de abusos de autoridad. 

Sin embargo, su elección representa la incorporación de una voz comprometida con la defensa de derechos humanos en el sistema judicial.

Aunque Quiroa no cuenta con una extensa trayectoria judicial formal, su presencia en el Poder Judicial es valorada por sectores que demandan justicia para quienes han sido históricamente marginados. 

Durante su campaña, denunció problemas técnicos en la plataforma del Instituto Nacional Electoral (INE), que no mostraba su fotografía, hecho que fue corregido posteriormente.

Por lo que observadores independientes advierten que esta dinámica puede poner en riesgo la autonomía e imparcialidad del sistema judicial mexicano.

Con estas designaciones, la Suprema Corte y los juzgados de distrito muestran un perfil cada vez más marcado por la influencia política y social, en un contexto donde la separación de poderes y la independencia judicial son temas clave para la democracia mexicana.