Joven TEC
El alumno del Tec que asumió el liderazgo en una investigación

Publicación:27-03-2025
TEMA: #Tec de Monterrey
Javier Romo, alumno de Innovación Educativa, descubrió una pasión por la investigación que genere impacto social.
Tiene 24 años, aun no termina la carrera y ya le tocó liderar su propio proyecto de investigación en el Tec de Monterrey.
Javier Romo está en el último semestre de la carrera de Innovación Educativa en el Tec campus Monterrey y colabora con el Institute for the Future of Education (IFE) de la institución.
Allí, lideró un equipo de investigación sobre el uso de herramientas de realidad virtual para generar mayor interacción en estudiantes de educación en línea de diversos países y contextos.
Previamente, Javier había trabajado en proyectos de investigación de neurociencias y el área de salud y lo que más anhela desde hace tiempo es lograr con su vocación y conocimientos algo que genere impacto social.
"Se me ocurrió utilizar realidad virtual para crear un escape room y generar confianza entre los estudiantes (...) analizamos los patrones conversacionales con machine learning".
El valor del aprendizaje práctico
A Javier, el método de aprendizaje en su carrera de Innovación Educativa le impactó desde el principio porque le permitía involucrarse con aspectos no solo teóricos, sino totalmente prácticos y de la vida real.
"No era solo teoría, sino aplicación real. Desde el inicio trabajamos con problemas concretos, con empresas y organizaciones, no solo con ejercicios de clase", expresa, en entrevista con CONECTA.
Destacó que, desde el primer bloque que llevó en la carrera, él y sus compañeros ya estaban realizando proyectos equiparables a una consultora real con clientes o socios formadores reales.
"Trabajábamos al tú por tú con ellos (los profesores), como colegas, y sus clases se convertían en espacios de colaboración".
"Trabajamos con la organización Treviño Elizondo para un plan en torno a capacitaciones de maestros de secundaria. Recuerdo que un profe les dijo a los ejecutivos: 'Lo que hagan estos chicos va a ser de calidad; yo confío en ellos, en su potencial'", añade.
La confianza que le brindó el trabajar a la par de sus profesores, aun cuando estos los guiaban dentro del proceso, motivó a Javier.
Además, también le gustó el énfasis del sistema en el desarrollo de habilidades blandas, algo que ahora considera esencial y muy útil.
"Las habilidades blandas eran clave. No solo se trataba de saber, sino de comunicar lo que sabías, de conectar con otros y de entender el impacto de lo que hacíamos.
"Trabajábamos al tú por tú con ellos (los profesores), como colegas.."
Sus inicios en la investigación
Antes de entrar a Innovación Educativa, Javier había cursado dos semestres de Ingeniería Electrónica en el mismo Tec de Monterrey.
Tras el cambio de carrera, sin embargo, y viniendo además también de una familia de ingenieros, Javier tuvo el interés de aprovechar lo que sabía y le interesaba de tecnología para aplicarlo en investigaciones de entornos de aprendizaje.
Uno de los proyectos que marcó su trayectoria fue en el área de neurociencias en el Hospital Zambrano Hellion, de TecSalud, donde trabajó en un experimento que involucraba la estimulación magnética transcraneal en pacientes con cuadros severos de depresión.
"El objetivo era investigar si se podían obtener resultados similares a los de la farmacología, pero utilizando sólo la estimulación magnética. Para mí fue una experiencia súper importante para ver cómo se manejaban los investigadores", explica.
"También me ayudó mucho en mi confianza porque ahí te tomaban en serio, te daban una bata y te pasaban con los pacientes. Pero lo que más me gustó fue ver que el proyecto tenía un impacto directo. Quería ver siempre a las personas", dice Javier sonriendo.
Para adquirir más experiencia como investigador y crear impacto en la comunidad, Javier fungió también como asistente de investigación en proyectos de BRAIN Center, iniciativa de innovación en neurotecnología.
También, luego entró a apoyar en el Institute for the Future of Education del Tec. En estas experiencias, Romo aprendió y se dedicó a la recopilación y análisis de datos vinculados a señales cerebrales, así como datos biométricos.
Liderando una investigación
Como consecuencia de su actitud proactiva y trabajo, a Javier se le ofreció la propuesta de dirigir una investigación en torno al tema de nuevas tecnologías en el contexto educativo.
"En iniciativas que me habían tocado vivir como estudiante como Global Classroom, donde interactúas con estudiantes y profesores internacionales, me di cuenta que en actividades como el rompehielos no se estaba cumpliendo realmente el objetivo", relata.
"Se me ocurrió utilizar infraestructura de realidad virtual para crear un escape room para generar ese sentido de confianza entre los estudiantes.
"Recopilamos sus datos fisiológicos y también analizamos los patrones conversacionales con un modelo de machine learning", añade.
"El punto era ver cuáles eran las diferencias en esos indicadores con la parte virtual y la parte inmersiva para saber si si es que sí había una diferencia".
Romo cuenta que en el IFE se busca elaborar 2 artículos científicos con la investigación que se hizo, que busque ser publicados en revistas de investigación en Educación.
"Probablemente vayan a hacer 2 Papers: uno que se enfoque en los patrones condicionales en comparación con la la autopercepción de las personas y el otro es en en el aspecto fisiológico".
Aprovechar los recursos de la universidad
Desde obtener apoyo para cambiarse de carrera, hasta lograr incorporarse a proyectos de investigación y recibir consejos para su trayectoria, Javier afirma que acercarse a directivos y mentores de la universidad ha sido muy benéfico para él.
"Me he podido acercar a personas como Michael Fung, director del IFE, hasta con Juan Pablo Murra cuando era rector de Profesional y Posgrado (...) lo que más me sorprendió es que no importa que tan ocupados estuvieran, se dieron el tiempo de hablar conmigo", recuerda..
"Muchos de los profesores que tuve fueron clave. No solo me enseñaban en clase, sino que me conectaban con oportunidades y me abrían puertas. Me conectaron con otros profesores, investigadores...", añade.
Por último, recomienda a los estudiantes que apenas comienzan que busquen aprovechar cada oportunidad y sean proactivos.
"(El modelo de aprendizaje) da la flexibilidad para probar muchas cosas. Te enseña a no quedarte quieto porque si no trabajas desde el momento uno, el tiempo se te va, pero es que así es la vida", subraya.
"Ahora, hablando con los de primer semestre les aconsejo mucho que prueben diferentes actividades y materias, ya que esto les ayudará a descubrir sus verdaderas pasiones, sus habilidades, y a no limitarse a una sola opción desde el inicio.
"Cuando me toca hablarle a los nuevos les digo lo importante que es tener la iniciativa de acercarse a las personas y pedir ayuda. Esto puede abrir puertas (...) los profesores quieren ayudarte, sólo tienes que pedirlo", agregó.
« Especial »