Nacional Ciudad de México
Lava los pies Cardenal a buscadoras en la Catedral

Publicación:18-04-2025
TEMA: #lavatorio de los pies
Cardenal lava los pies de buscadoras en la Catedral Metropolitana por Semana Santa; "reconocemos la falta de atención para con ellos".
Este Jueves Santo, el cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, realizó el lavatorio de los pies a integrantes de familias buscadoras de personas desaparecidas, migrantes en tránsito y personas que han perdido a un ser querido por suicidio.
Durante la celebración de la misa de la cena del Señor en la Catedral Metropolitana, la Arquidiócesis Primada de México lavó los pies a madres buscadoras como signo de humildad, servicio y para mostrar su apoyo ante la crisis de desapariciones que se vive en el país, la cual acumula más de 127 mil personas desaparecidas.
Desde las 16 horas madres y padres buscadoras llegaron al templo donde dedicaron rezos a sus desaparecidos y pidieron por el milagro de encontrarles sanos y salvos.
Tras la enseñanza presidida por el doctor y cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, se lavaron los pies a cuatro personas migrantes, cuatro familiares que han perdido a un ser querido por suicidio y cuatro que buscan a personas desaparecidas.
En la misa asistieron integrantes del colectivo Uniendo Esperanzas Estado de México y Una Luz en el Camino; durante el lavatorio, madres buscadoras dieron gracias y extendieron lonas con las fichas de búsqueda de sus hijos e hijas.
En sintonía con el ejemplo de Cristo, que lavó los pies de sus discípulos, la Iglesia en México quiere acompañar, consolar y alentar a quienes viven momentos de profundo sufrimiento", señaló la Iglesia.
Además, expresó que cada una de las personas representa, no sólo a un grupo vulnerable, sino el grito de los pobres que se eleva al cielo clamando al Señor su auxilio y amparo y: "al mismo tiempo con este signo del lavatorio, el Sr. Cardenal y todos nosotros como Iglesia, reconocemos la falta de caridad y atención para con ellos".
El cardenal se acercó a cada una de las personas designadas y, con la ayuda de los ministros, les lavó los pies y se los secó. Después del lavatorio de los pies, el cardenal lavó y secó sus manos, se pone la casulla y regresó a la sede; posteriormente dirigió la oración.
« El Universal »