Opinión Editorial
Ni jueces a modo ni la muerte de la democracia: Bátiz
Publicación:14-07-2025
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Envidiablemente lúcido a dos meses de cumplir 89 años.
Envidiablemente lúcido a dos meses de cumplir 89 años y respetado igualmente por adversarios y correligionarios tras su larga trayectoria como jurista y político, el maestro Bernardo Bátiz Vázquez, magistrado electo de lo que será el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial -al que no ve como una Santa Inquisición de jueces, magistrados y ministros- defiende, no sin críticas puntuales, la reforma judicial a la que considera más que eso una revolución.
No ve hacia atrás triquiñuelas en la elección de ministros, magistrados y jueces ni en el horizonte jueces a modo. Tampoco la "colonización" de ese poder por el Ejecutivo ni, mucho menos, la muerte de la democracia y la instauración del autoritarismo, como advierten sus críticos.
Sí vislumbra un peligro: que "Morena y la 4T se contagien de la cultura negativa y antidemocrática que el PRI dejó como herencia" y que aún se deja sentir entre no poca militancia guinda.
Corrupción hay entre los impartidores de justicia, acaso un poco más que la que desgraciadamente priva entre servidores públicos de los poderes legislativo y ejecutivo, reconoce el maestro Bátiz para hacer este sencillo diagnóstico: "el Poder Judicial se había convertido en una aristocracia lejana de la gente". ¿Qué significa? Significa, inferimos, justicia al mejor postor, privilegios para el que puede pagarla.
Que el proceso electoral estuvo lleno de triquiñuelas, de bajísima participación y de inducción del voto mediante los "acordeones", que se sustituyó el mérito con la ignorancia de la gente, y que se dio lugar a jueces a modo, sin preparación ni experiencia que han perdido su independencia, son cuestionamientos a los que Bátiz responde puntualmente.
1. "Fue una elección novedosa, distinta a las que tenemos y habíamos tenido, sin un tiempo previo, ni la participación de partidos que son los que promueven la votación, una elección sui géneris".
2. "En las elecciones ganan los que votan, no los que no votan. Esos se excluyen a sí mismos".
3. "Hubo, en efecto, inducción al voto, pero la inducción no está prohibida. Para eso son las campañas políticas tradicionales donde los partidos inducen el voto a favor de quien consideran la persona digna de recibirlo. En este caso no había partidos, entonces la inducción fue persona a persona".
4. "Fue una experiencia hacia adelante, no digo que perfecta, pero sí un paso adelante para la democratización ya completa de los tres poderes y en eso radica su categoría de revolucionaria".
5. "Los aspirantes pasaron filtros de idoneidad y capacidad, y la ciudadanía está cada vez mejor informada y es más participativa".
Para mejorar el entendimiento de la reforma o, incluso, para abonar a su crítica, es recomendable reflexionar sobre estos planteamientos que vienen de un hombre que, asegura, conserva los principios básicos de democracia, equidad, justicia social y equidad con inspiración cristiana y una mejor distribución de la riqueza y de las oportunidades de educación y salud, tras treinta años de militancia panista, renuncia al blanquiazul cuando vio entregado su ideario al poder priista en tiempos de Salinas de Gortari, fundación del Foro Doctrinario y Democrático y tránsito al PRD y luego a Morena.
Más aun cuando plantea que, para hacer valer su independencia, los deben superar nada más a dos enemigos de ella: el temor y la codicia. Amenazas que provienen de poderes fácticos o criminales y de la condición humana. De ahí que -en su opinión- la elección popular de los jueces fortalezca su independencia.
Bernardo Bátiz Vázquez conformará con otros cuatro magistrados electos el Tribunal de Disciplina Judicial que presidirá en sus primeros dos años, por ser quien obtuvo más votos, la actual consejera Celia Maya.
¿Será ese Tribunal una especie de Santa Inquisición? "No. -responde categórico y argumenta- No va a haber persecuciones ni cacería de brujas, vamos a ver que la conducta de los jueces sea correcta; no vamos a revisar sus sentencias salvo en casos muy especiales, cuando resuelvan contra jurisprudencia firme o contra la letra de la ley; se va a leer la conducta de los jueces y la relación de su patrimonio con sus ingresos, ya con más formalidades del juicio, con acusación y un proceso en el que se oirán y recibirán pruebas para resolver conforme a derecho".
En dos años podría presidirlo el maestro Bátiz, pero toma las cosas con humor y realismo: "... mire tengo una edad en la que ya no puedo hacer planes muy largos, pero si me toca y todavía me siento con salud, claro que le entramos".
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