Admite Netanyahu creciente agresión de colonos

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunió ayer con altos mandos de seguridad para evaluar el aumento de la violencia perpetrada por colonos israelíes en Cisjordania, luego de nuevos reportes de agresiones en la aldea de Huwara. 

Autoridades locales denunciaron que grupos de colonos lanzaron piedras contra vehículos palestinos y que, poco después, se produjo un incendio de gran magnitud en un depósito de chatarra cercano, el cual está siendo investigado por la policía tras informes de que fue provocado por israelíes.

Durante la reunión a puerta cerrada, Netanyahu y funcionarios del ejército, la agencia de seguridad interna Shin Bet y la policía discutieron propuestas para frenar la escalada de ataques, incluido un programa educativo para colonos violentos, según un funcionario. 

Aunque la oficina del primer ministro evitó comentar sobre los acuerdos alcanzados, se espera una sesión de seguimiento en los próximos días.

La violencia en Cisjordania ha aumentado desde octubre, en plena temporada de cosecha de aceitunas, y se ha mantenido durante noviembre. 

Netanyahu ha calificado a los agresores como "un puñado de extremistas" y ha pedido a las fuerzas de seguridad perseguirlos, mientras grupos de derechos humanos advierten que los ataques se han convertido en un fenómeno cotidiano. 

En paralelo, el Ministerio de Salud palestino reportó la muerte de dos adolescentes palestinos durante la noche por disparos de fuerzas israelíes, cuyas circunstancias aún se desconocen.

El incendio en Huwara reavivó temores en una comunidad que ha sido blanco de múltiples ataques en los últimos años. 

Testigos aseguraron que los colonos lanzaron piedras desde un paso elevado y que el fuego comenzó instantes después. Investigadores israelíes inspeccionaron el área el viernes, aunque las fuerzas desplegadas no lograron detener a los presuntos responsables. 

La localidad ha sufrido episodios violentos previos, incluido un ataque masivo de colonos en febrero de 2023 que dejó un muerto y varios heridos.

El incremento de la violencia coincide con decisiones polémicas del gobierno israelí respaldado por partidos ultraderechistas, como la reciente expropiación de terrenos arqueológicos en Sebastia y la expansión de puestos avanzados no autorizados.