Joven TEC


Música y movimiento: la danza que acompaña a maestra del Tec

Música y movimiento: la danza que acompaña a maestra del Tec
La maestra Yazmín Barragán ha destacado en la danza y la creación coreográfica en México y el extranjero. Foto: cortesía.

Publicación:05-11-2025
++--

Tras años creando coreografías en academias, Yazmín Barragán lleva la danza como espacio de aprendizaje y acompañamiento en campus Ciudad de México.

Entre el espacio escénico, la disciplina y la música, Yazmín Barragán, maestra y coreógrafa de la Compañía de Danza del Tec campus Ciudad de México, descubrió algo más que un salón de clases: un lugar de encuentro, escucha y transformación.

Yazmín ha sido reconocida con una Luna de Auditorio y con obras destacadas en escenarios como Bellas Artes, Alemania y Estados Unidos.

Pero tras años dedicados a la danza y a la creación coreográfica, y después de pasar un difícil momento de su vida, encontró en la docencia una nueva forma de habitar el escenario.

De aprender a bailar, a enseñar y a crear

Desde chica, Yazmín practicó diferentes deportes, pero no fue hasta que su mamá la inscribió a las pruebas de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea, en donde quedó entre miles de participantes; en ese lugar encontró una nueva pasión: la danza y la coreografía.

"Yo era muy chiquita, tenía 6 años. Y yo dije a mi mamá, ´yo voy a ser bailarina", evoca Yazmin.

Durante su formación dentro de la academia encontró dificultades, en donde cada año había eliminatorias de estudiantes, pasaban por varios exámenes, y luchaban contra su físico.

La escuela le dejó disciplina y exigencia que la prepararon para llevar su carrera a un nivel profesional donde sus clases y espacios escénicos alcanzaron grandes lugares, y tras graduarse pasó a ser colaboradora en la misma academia.

"Me gustaría que supieran que la vida es mucho más sencilla de lo que ellos creen".

De la idea al movimiento en el escenario

Para Yazmín Barragán, el inicio de la coreografía está en la música; su proceso creativo arranca con la búsqueda y selección de piezas musicales. Desde la música barroca, clásica y antigua hasta música original, orquestas y cuartetos de cuerda. 

"La creación coreográfica es como componer música, como hacer un libro: es empezar de cero algo. En la danza hay tanta diversidad de movimientos y estilos que hay algo para todos", explica la maestra.

Si a la profesora le conmueve una pieza musical, ya tiene la mitad del público de su lado, pues está convencida de que la mayoría de las personas, conectan antes con el sonido que con el movimiento, por eso elige a bailarines capaces de dialogar con ambos.

"Soy muy específica con lo que quiero ver en cada persona; eso hace que los bailarines se vean bien y se sientan cómodos con el movimiento que yo les propongo", subraya.

Brillar sin perder el equilibrio

Yazmín considera que el reconocimiento más significativo que ha recibido es la Luna del Auditorio. 

Este premio fue otorgado a Mexico City Ballet, compañía de la que ella es cofundadora y además, la maestra ha sido reconocida en festivales internacionales e invitada como jurado.

Sin embargo, Yazmin recalca que los premios y reconocimientos no te garantizan la estabilidad del trabajo o que tu compañía sea exitosa, es un trabajo tan variable, donde debes mantenerte renovado con las nuevas propuestas. 

"Cada año surgen nuevas propuestas, artistas y formas de innovar; a veces te quedas atrás, luego retomas y vuelves a caer. Es una carrera que juega con tu ego: un día estás arriba y al siguiente sientes que no eres nadie", destaca la coreógrafa.

La mirada artística en la formación universitaria

El camino como profesora en el Tec es reciente al apenas incorporarse en febrero de este año, pero su llegada se dio después de un periodo personal difícil y de un intenso trabajo de meditación y visualización. 

Yazmín había deseado un lugar de trabajo donde se sintiera bien y pudiera ver la danza desde un punto diferente.

Este nuevo espacio de enseñanza en el Tec le ha ofrecido una nueva visión, con personas que realmente quieren estar. Una experiencia que le ha permitido ser mucho más tolerante con la exigencia para enfocarse en la formación humana y la disciplina, más allá de la estricta profesionalización.

"Siento que los jóvenes están flotando en un mar que no saben ni para dónde, y el que yo pueda, a través de la danza, darles un poquito de calma, me parece una labor casi obligatoria. Tenía que llegar a retribuirles.

"Me gustaría que supieran que la vida es mucho más sencilla de lo que ellos creen, que de pronto siento que están tan presionados y que por eso están dentro de la Compañía de Danza, es como una escapatoria de sus carreras", finaliza.

 

 



« Especial »