Opinión Editorial
Cuando todo falla
Publicación:17-09-2025
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Cuando todo falla y no se encuentran respuestas ¿qué se puede hacer?
Cuando salgas de esa tormenta no serás la misma persona que entró en ella.
De eso se trata la tormenta
Haruki Murakami
Cuando todo falla y la vida parece ir contra corriente. Cuando todo falla y las cosas no mejoran. Cuando todo falla y los ánimos comienzan a flaquear y las esperanzas a abandonarnos. Cuando todo falla y no se encuentran respuestas ¿qué se puede hacer?
El silencio y el olvido, el sin sentido de un recuerdo desgastado que se pierde en la memoria, incapaz de ofrecer consuelo, orientación, que nos deja hundidos en la nada más obscura, más densa, donde las esperanzas están a punto de claudicar, es ahí, justo ahí, en ese fondo escabroso y distante, de donde puede surgir algo, por más mínimo que parezca, que dé luz, sentido y rumbo. ¿Cómo encontrar ese elemento, ese diferencial? ¿cómo poder identificarlo?
La experiencia humana es así: la pérdida, la caída, el sin sentido, tocar fondo...son experiencias límite que posibilitan —no sin dolor, ni sufrimiento— advertir algo fundamental de la vida, algo simple y a la vez genuino: la posibilidad ilimitada de reiniciar, de renacer a algo nuevo y diferente. No en sentido ingenuo y simplista de "borrón y cuenta nueva", sino más realista, una novedad entusiasta que resiste y, con valentía, que logra encarar las contrariedades de la existencia con la apuesta de un deseo decidido, donde nada está dicho del todo, donde nada está ya escrito, sino a la espera de ser inventado y decidido.
Se dice que alguien dispone de algo sagrado cuando puede dar la vida por eso, no sólo en sentido mortuorio, morir realmente, sino de consagrarse, apartarse, no por simple sacrificio de forzarse a renunciar, sin quererlo de verdad, a los placeres de la vida, esperando con dicha renuncia, algo a cambio, un beneficio, sino algo que otorgue vida, que inyecte vida a la vida, entusiasmo, no por un mero objetivo, sino por una causa, un camino.
"Cuando todo falla" es una experiencia contrastante que revela que la vida no se ajusta a nociones lineales, garantías imaginarias de "si hago x, entonces tendré y", sino que la existencia posee sus ritmos y lógicas propias, que por momento escapan a lo convencional, que coexisten opuestos, discontinuidades, movimientos erráticos que forman parte de algo que aún está desarrollándose ante las miradas ausentes de la consciencia. Que lo no conocido, aquello que no se buscaba de manera voluntaria emerge como una verdad que necesitaba ser escuchada, reconocida e integrada.
Las mejores cosas de la vida poseen en común lógica del encuentro, de la sorpresa, de aquello que escapa a la consciencia, pero que continuamente se está escribiendo en paralelo en otro lugar y que de pronto logra entrelazarse e irrumpir en la consciencia del tiempo presente, manifestando algo jamás buscado, pero siempre anhelado y que eso, aunque no tenga nombre ni tiempo preciso, es también algo de lo que somos, la ocasión de transitar hacia lo nuevo y diferente, dejando algo, perdiendo algo. Eso, precisamente que se localizaba en el corazón mismo de la experiencia "cuando todo falla" y que se ha cargado por más tiempo del que se deberá haber cargado y que, ahora, afortunadamente, se ha esfumado.
« Camilo E. Ramírez Garza »
