Cultural Singularidades
Someten a cría de mamut de 130 mil años a una necropsia

Publicación:16-04-2025
TEMA: #Ciencia
Este tipo de descubrimientos no solo despiertan la fascinación del público, sino que también abren puertas únicas para la investigación científica
Un equipo de científicos rusos realizó una necropsia excepcional a los restos de Yana, una cría de mamut lanudo que vivió hace aproximadamente 130 mil años. A pesar del paso del tiempo, los restos de este ejemplar milenario se encontraban en un asombroso estado de conservación.
El procedimiento se llevó a cabo en el Museo del Mamut de Yakutsk, ubicado en el extremo oriente ruso. Allí, al menos seis investigadores, protegidos con trajes estériles, mascarillas y gafas, trabajaron durante varias horas a finales de marzo, examinando cuidadosamente el cuerpo del animal.
Yana murió cuando tenía alrededor de un año de edad; su colmillo de leche apenas comenzaba a salir. Fue hallada en el permafrost de la república rusa de Saja, en Siberia, lo que permitió preservar su cuerpo con una integridad impresionante. Con una altura de 120 centímetros y una longitud de 200, su piel aún conserva algunos pelos con un tono gris-marrón, sus patas se mantienen arrugadas y su trompa, curvada, apunta hacia su boca. Incluso se distinguen claramente las cuencas de sus ojos.
Uno de los aspectos más notables fue el estado de conservación de varios órganos. Según Artemi Goncharov, jefe del laboratorio de genómica funcional y proteómica de microorganismos del Instituto de Medicina Experimental de San Petersburgo, se encontraron fragmentos del estómago, el colon y parte del sistema digestivo en condiciones sorprendentes. Los olores que emanaban del cuerpo eran descritos como una mezcla entre tierra fermentada y carne antigua, impregnados de los siglos bajo el hielo siberiano.
El descubrimiento y análisis de Yana podrían representar uno de los hallazgos más importantes en la paleontología moderna. "Podría tratarse del mamut mejor conservado del mundo", señaló Goncharov, subrayando el potencial que este ejemplar ofrece para entender mejor el pasado de la Tierra. Aunque aún no se sabe con certeza qué causó la muerte de la pequeña Yana, Maxim Cheprassov, director del Museo del Mamut, recordó que vivió en una época en la que los humanos todavía no habitaban el planeta.
Este tipo de descubrimientos no solo despiertan la fascinación del público, sino que también abren puertas únicas para la investigación científica sobre la megafauna extinta y el entorno prehistórico.
« Redacción / El Porvenir »