Opinión Editorial
Una ciudad fea y chaparra
Publicación:17-04-2025
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Monterrey, alguna vez considerada "fea, sucia y chaparra" por el exgobernador Alfonso Martínez Domínguez, ha evolucionado de una urbe industrial
Cuenta la leyenda que en alguna ocasión el exgobernador de Nuevo León Don Alfonso Martínez Domínguez dijo de Monterrey que era "una ciudad fea, sucia y chaparra", por lo que decidió cambiarle el rostro construyendo la Gran Plaza y los edificios altos que hay a su alrededor.
Por aquél entonces, finales de los 70 y principios de los 80 del último siglo del pasado milenio, nuestro estado se caracterizaba por su industria, una industria de manufactura pura y dura apenas mientras despuntaban las actividades de las sociedades avanzadas, es decir, los servicios.
Por entonces en Monterrey no había casi nada que se pudiera visitar en plan turístico, los chistes decían que, como en Veracruz, todo el año ahorrábamos para el carnaval, pero que, a diferencia del estado costeño, aquí no teníamos carnaval.
Cuarenta años han pasado desde que Martínez Domínguez dejó la gubernatura y hoy "la Macro" es uno de los atractivos turísticos de la entidad, el turismo ejecutivo, de convenciones, es una realidad y más que la industria manufacturera, son los servicios los que destacan.
Quién diría que aquella ciudad "fea, sucia y chaparra" que decía Don Alfonso espera en esta Semana Santa una derrama económica superior a los 1 200 millones de pesos por actividades derivadas de los servicios turísticos.
No es que se hayan descubierto nuevas maravillas de la naturaleza en Nuevo León y que estas impulsen el turismo. No. Sucede que la gente viene a nuestro estado a conocer sitios y lugares creados por los nuevoleoneses o lugares naturales que han sido acondicionados como sitios turísticos gracias al trabajo de sus habitantes.
Llegado a este punto se preguntará el lector si el objetivo de este texto es hacer un ejercicio de nostalgia de un pasado que ya quedó atrás, una especie de remembranza de años idos, pero no, de hecho quiere ser un ejercicio de prospectiva.
En aquellos años AMD señaló el que sería uno de los problemas más acuciantes del estado si la mancha urbana continuaba su crecimiento: la falta de agua y señalaba una de las posibles soluciones: el acueducto Monterrey-Pánuco aunque señalaba desde aquellos años su alto costo.
Y el ejercicio no es con relación solamente con el suministro de agua, que pudiera ser un riesgo a corto o mediano plazo en caso de que se pague la deuda con EU utilizando parte del líquido almacenado en la presa El Cuchillo.
Lo que deseamos subrayar en este texto es la necesidad de contar con gobernantes y políticos que tengan una visión de futuro, una visión de estado y que no se limiten a atender aquellas urgencias que se van presentando.
Es cierto, Don Alfonso no fue un ser humano perfecto, ¿quién lo es?, pero como político tuvo innegables virtudes que hoy se extrañan entre la clase gobernante, como por ejemplo tener la capacidad y el valor para asumir soluciones costosas en términos políticos pero que son necesarias por lo que respecta al bienestar social.
Qué tiempos en los que había quienes se atrevían a decir que solo tenían "sangre, sudor y lágrimas para ofrecer". Qué tiempos.
« Raúl Guajardo Cantú »
