Internacional Norteamérica
Supera cierre gubernamental los 35 días

Publicación:03-11-2025
El Senado sigue dividido, ya que los republicanos defienden la regla de los 60 votos como un pilar de equilibrio institucional.
Persisten republicanos y demócratas en punto muerto mientras el cierre del gobierno estadounidense entra en su sexta semana, con crecientes temores de que se retrase la entrega de ayuda alimentaria a millones de ciudadanos.
En medio de la crisis, el presidente Donald Trump ha intensificado la presión sobre la cúpula republicana para modificar las reglas del Senado y poner fin al estancamiento legislativo.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, informó el domingo que Trump conversó con el líder de la mayoría en el Senado, John Thune, y con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, para insistir en eliminar las tácticas dilatorias que exigen 60 votos para avanzar con cualquier proyecto de ley.
Sin embargo, varios senadores republicanos se mantienen firmes en su rechazo, argumentando que la regla protege la integridad institucional del Senado y ha servido para frenar políticas demócratas cuando su partido está en minoría.
Leavitt calificó a los demócratas como "personas enloquecidas" que se niegan a negociar.
"El presidente Trump cree que los republicanos deben ser duros, inteligentes y eliminar el filibusterismo para reabrir el gobierno y hacer lo correcto para el pueblo estadounidense", declaró en el programa Sunday Morning Futures de Fox News.
Los demócratas, por su parte, han bloqueado 13 intentos republicanos de reabrir el gobierno, insistiendo en que cualquier acuerdo debe incluir una extensión de los subsidios de salud que expiran a fin de año.
Sin embargo, los republicanos se rehúsan a negociar mientras el cierre continúe. Con 33 días de parálisis gubernamental, este cierre amenaza con convertirse en el más largo de la historia, superando el récord de 2019.
Algunos temen que las exigencias de Trump distraigan a los senadores que intentan mantener la cohesión del partido frente a las consecuencias del cierre, que ya afecta a controladores aéreos y empleados públicos sin pago, además de poner en riesgo el financiamiento del programa de asistencia alimentaria SNAP.
Thune instó a los demócratas moderados a sumarse a su propuesta para reabrir el gobierno, señalando que sólo necesitan "cinco con valor" para priorizar el bienestar ciudadano sobre las ventajas políticas.
El senador demócrata Tim Kaine, sin embargo, confirmó que las conversaciones entre ambas bancadas siguen sin producir un acuerdo sólido.
Mientras tanto, los costos del cierre se agravan. La Administración Federal de Aviación reportó retrasos de más de dos horas en aeropuertos como Newark, en Nueva York, debido a la escasez de personal en las torres de control.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió que la situación "sólo va a empeorar" si no se restablece el pago a los trabajadores esenciales.
Otra consecuencia crítica es la amenaza sobre los 42 millones de estadounidenses que dependen del programa SNAP.
Aunque dos jueces federales ordenaron al gobierno mantener su financiamiento, el Departamento de Agricultura ha retrasado los pagos, lo que llevó al líder demócrata Hakeem Jeffries a acusar a Trump de "usar el hambre como un arma política".
Sin señales de avance, Estados Unidos enfrenta el riesgo de un colapso institucional que podría marcar un nuevo récord histórico de inoperancia federal.
« El Universal »







