Opinión Editorial


Justicia, aunque sea tardía


Publicación:10-11-2025
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Los años recientes fueron duros para Nuevo León en cuanto a la escasez de agua.

Los años recientes fueron duros para Nuevo León en cuanto a la escasez de agua; recordaremos los cortes generalizados, las imperiosas y necesarias políticas para hacer rendir el líquido y priorizar el consumo humano. Lo que digo no es algo nuevo para usted, que amablemente me lee, pues todos, absolutamente todos, lo vivimos.

A la llegada de tormentas tropicales, las cosas parecieron cambiar pues, afortunadamente, estamos tan vastos del vital líquido, que se han tenido que abrir las compuertas de las presas en varias ocasiones, ya sea por la mera necesidad de liberar los vasos o para saldar deudas con Tamaulipas o con Estados Unidos, aunque toda autoridad dé declaraciones vagas al respecto.

Y hoy, que, digámoslo románticamente, la vida nos sonríe con abasto suficiente del líquido, hay familias que siguen padeciendo porque a sus tuberías, el agua nomás no llega ¿por qué sucede esto? ¿qué pasa al interior de la paraestatal?

Eduardo Ortegón Williamson, fue designado por el gobernador como nuevo director de Agua y Drenaje en septiembre pasado, reemplazando a Juan Ignacio Barragán Villarreal.

En tres años al frente de la paraestatal, Barragán fue altamente cuestionado por su pobre desempeño, especialmente durante la crisis hídrica en que, además, se elevaron las tarifas domésticas; ello además del alto costo en los trabajos de El Cuchillo II, y los cuestionamientos sobre la capacidad del drenaje pluvial metropolitano.

Al interior de la empresa, Barragán, cuentan las malas lenguas, se encargó de despedir a muchos trabajadores con experiencia, lo cual, muchos atribuyen como factor importante en cómo se dieron las cosas y como las cosas fueron en declive.

No hace falta ser un genio para darnos cuenta de que las cosas no marchan bien; un día y otro también hay quejas de reportes no atendidos, o atendidos a medias; trabajos que se dejan inconclusos. Y ya ni digamos sobre lo que ha sucedido con los pluviales y los trabajos del Metro.

Es por ello que ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Agua y Drenaje es una de las empresas públicas con más denuncias. En 2022, la CEDHNL emitió recomendaciones a la paraestatal para garantizar el servicio a la población. En 2023 se registraron 75 expedientes contra AyD lo que significó un incremento de 68 por ciento respecto al año anterior.

Y en 2024, de acuerdo al reporte anual del órgano autónomo, se reportaron 200 quejas de presuntos hechos violatorios por parte de AyD.

No estoy en el afán de hacer leña del árbol caído, pero no en balde legisladores locales piden que Barragán, hoy de bajo perfil como director adjunto, salga en definitiva del servicio público por los temas del agua tratada y los altos intereses que se cobra a los municipios, así como el drenaje sanitario.

Ya sabemos que el gobernador no dará su brazo a torcer y Barragán seguirá operando, pero ¿quién hará justicia para la sociedad que sigue pagando los platos rotos por un pésimo servicio? ¿quién revertirá el mal desempeño cuando quedan dos años para que culmine el presente sexenio? ¿Es Eduardo Ortegón Williamson la respuesta a todos los clamores?

Olga Susana Méndez Arellano, titular de la CEDH en la entidad dijo hace unos días que la "Justicia tardía, no es justicia". Tiene razón; no obstante, es urgente atender las denuncias sociales.

Las preguntas-y seguro hay más en la boca de cada persona afectada por el mal servicio de la paraestatal-ya están hechas; ahora lo que se requiere y con urgencia, son respuestas.



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