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Opinión Editorial


Aprendizaje


Publicación:24-03-2025
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Nelson Mandela veía en la educación "el arma más poderosa para cambiar al mundo".

Nelson Mandela veía en la educación "el arma más poderosa para cambiar al mundo", mientras que Confucio se refería a la educación como algo que genera confianza y que a su vez se traducía en esperanza y finalmente, en paz.

John F. Kennedy consideraba que "un niño con falta de educación es un niño perdido".

Seguro podría encontrar decenas de frases más que se refieren a la enseñanza y la importancia de generar librepensadores y así crear un mundo mejor, o al menos esa es la idea.

Pocos de nuestros ancestros generaciones atrás, podían decir que culminaron con éxito, al menos, la enseñanza media. En ese mundo no era común que las mujeres quisieran estudiar una carrera universitaria cuando en el esquema social las prioridades eran la casa y los hijos.

No digo que esté mal, solo que quizá algunas de ellas truncaron sus sueños de conocimientos, tal vez en el mundo del derecho o de las ciencias, por decir lo menos.

Hoy los padres hacen grandes esfuerzos por dejar a sus hijos e hijas, como legado, la educación, en la esperanza y confianza que su futuro sea más cálido, con mayor bienestar.

A manera de ejemplo compartiré que, de mi generación, unos 40 soñadores y soñadoras, ingresamos a la Facultad de Ciencias de la Comunicación para incursionar en la especialidad de periodismo (anteriormente el programa de estudios comprendía tres especialidades incluyendo Relaciones Públicas y Publicidad).

Había perfiles altamente promisorios; sin embargo, poco a poco, esa cifra se fue reduciendo y no todos llegaron al último semestre. Hoy son y somos contados los que aún ejercemos en alguna rama de la comunicación impresa, electrónica, digital, la academia o la comunicación social.

La siguiente interrogante quizá sea ¿Qué sigue al superar el reto de una carrera universitaria culminada?

Este 23 de marzo se celebró el Día Mundial del Aprendizaje, fecha que recuerda la importancia de seguir aprendiendo para no estancarse, innovar y destacar.

Hará cosa de unas semanas, seguí en línea un conservatorio de mujeres (en el marco del Día de la Mujer), donde las panelistas hablaban de los retos para alcanzar posiciones de liderazgo.

Adriana Garza Elizondo, coordinadora de FACPYA, compartió un consejo que es oro puro: hay que seguirse preparando, no limitarse a una licenciatura.

"Seguir soñando mucho, tener metas y trabajar en ellas, con seguridad, libertad y auto confianza, pero sin perder la humildad; disfrutar el camino y mantener un equilibrio entre los diferentes roles que cada mujer ejerza, como madre, esposa, empleada o ejecutiva, sin descuidar la salud", fue el consejo completo que hizo llegar a las decenas de mujeres que siguieron la transmisión.

Efectivamente, el Día Mundial del Aprendizaje nos permite reflexionar que la constante preparación es la clave para desbloquear nuevas oportunidades, "porque quien aprende, no solo evoluciona, lidera".

Y esto no tiene nada qué ver con la edad. Una de mis sobrinas estudia la prepa abierta y cuenta que entre sus compañeras hay damas de la tercera edad.

No basta, pues, con tener un título, mostrárselo a nuestros padres y colgarlo en una pared; el aprendizaje debe ser continuo.

Es importante ampliar nuestro espectro de conocimientos, ya sea un idioma, una nueva carrera; quizá una maestría o un doctorado, pues en el marketing de la vida, el aprendizaje posiciona, da valor y mantiene vigentes a las personas.



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