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Opinión Editorial


Memoria


Publicación:08-10-2025
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San Pedro es San Pedro gracias al trabajo de muchos y muchas

"La historia es siempre una fantasía sin base científica, 

y cuando se pretende levantar un tinglado invulnerable 

y colocar sobre él una consecuencia, se corre el peligro de que 

un dato cambie y se venga abajo toda la armazón histórica.

Pío Baroja

Alguien por ahí hace un par de días, tal vez con buenas intenciones pero con muy mala memoria, intentando hacer apología de la vida de Mauricio Fernández y su legado en el servicio público, dijo que San Pedro Garza García era San Pedro Garza García gracias al político recientemente fallecido.

Claro que es toda una hazaña el haber sido electo en cuatro ocasiones alcalde de un Municipio como San Pedro y la única forma de explicar esto es aceptando que Fernández Garza era un buen administrador, un hombre que sabía suministrar servicios a la población, aunque como todo ser humano tenía defectos y virtudes, sobre todo cuando se le metía entre ceja y ceja el hacer algo y no escuchaba a nadie.

Pero no seré yo quien desmienta al porrista de Mauricio, dejaré que sea la pluma de Federico Arreola Castillo quien, tres días antes de que el "Tío Mau" tomase posesión por vez primera del cargo de Presidente Municipal sampetrino, es decir el 28 de diciembre de 1988, escribió lo siguiente: "Mauricio Fernández va a necesitar de todo su talento y energía para estar a la altura ya no digamos nada más de Alejandro Chapa, sino de los otros excelentes alcaldes que ha conocido la sociedad sampetrina: los panistas Norma Villarreal y Humberto Junco, y los priístas Felipe Zambrano y Genaro Leal, cuatro personas que en cuatro distintas administraciones contribuyeron enormemente a hacer de San Pedro Garza García un municipio modelo".

A la lista de Federico yo le agregaría a Tere García Segovia de Madero y a Gerardo Garza Sada.

Y no es por hacer menos a Fernández Garza, pero es necesario recordar que el mote de "La Mejor Policía de México" fue impuesto a la corporación sampetrina en los tiempos en que mi admirado y querido Felipe Zambrano fue alcalde. A él, Genaro Leal y Alejandro Chapa se debe la visión y desarrollo de las calzadas San Pedro y del Valle.

Con Tere primero y después con Gerardo, vino la modernización de la Administración Pública en San Pedro y no lo platico de oídas, lo viví ahí, muy cerca de los hechos.

El punto más alto de la fama de Mauricio le vino en su segundo periodo, de 2009 a 2012, cuando hizo del "blindaje" de San Pedro su principal slogan y argumento de campaña, aunque a decir de algunos medios y versiones periodísticas el supuesto blindaje no fue una estrategia o una acción gubernamental, sino un pacto entre grupos delictivos para mantener la plaza en paz, dado que ahí vivían sus familias y del cual Mauricio simplemente "se colgó".

Mauricio supo entonces manejar como nadie la percepción y brindar a los sampetrinos, así como el resto de los habitantes de la zona metropolitana de Monterrey, la sensación de que en San Pedro las cosas eran distintas; a eso hay que agregar la información con la que contaba, la historia del famoso "Grupo Rudo" y el haber dado a conocer en plena toma de posesión la muerte en la Ciudad de México de un delincuente cuando nadie la había anunciado.

Audaz, temerario en ocasiones, entrón eso sí, pero hábil negociador, abría oportunidades de proyección y promoción en cada espacio que podía y era, ante todo, un eficiente prestador de servicios que, a final de cuentas, es lo que los sampetrinos desean y valoran.

No se trata de menospreciar a Mauricio, sino de refrescarle la memoria a un extraviado que le quiere colgar todas las medallas a una sola persona. San Pedro es San Pedro gracias al trabajo de muchos y muchas.





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