Desde hace tiempo hemos subrayado que los actuales gobernantes en lugar de realizar las funciones para las cuales fueron electos se dedican a prepararse para las elecciones que vienen, se les olvida que están donde están para gobernar y no para alcanzar el siguiente escalón en su carrera.

Aclaramos, las aspiraciones para trascender son legítimas, lo que no es legítimo es que por seguir esas aspiraciones olviden sus obligaciones actuales y se dediquen a participar en el concurso de popularidad en que se han convertido los procesos electorales.

Si bien en la política siempre se ha presentado el fenómeno de que quien tiene un puesto de elección popular, desde este realiza acciones para alcanzar el siguiente cargo participando en la elección que le corresponde, esas aspiraciones se reforzaban intentando realizar un buen gobierno.

Por ejemplo, aunque se sabía que la alcaldía de Monterrey era considerada "la tumba de las aspiraciones políticas" de quien llegaba ahí, casi todos los alcaldes que en el tiempo llegaron al hoy llamado palacio de cristal aspiraron a la gubernatura del estado y, sin embargo, hasta ahora, que se recuerde, solamente Sócrates Rizzo ha logrado ese salto y lo hizo gracias al gran apoyo del presidente en turno.

La alcaldía se consideraba de la forma que señalamos anteriormente, debido a que no había un presupuesto suficiente como para cubrir las necesidades básicas de los regiomontanos por lo que estos siempre calificaron mal a sus alcaldes, impidiendo el salto hacia la gubernatura, pero casi todos lo intentaron.

Y ponemos el caso de la alcaldía regia porque es el más notorio a través de la historia política del estado, pero no es el único, todo diputado federal y senador aspiraba a alcanzar la gubernatura y para ello trataba de realizar un trabajo que se notara, de ahí que los puestos legislativos se consideraron durante mucho tiempo como una oficina de gestoría.

No se diga ahora que a los gobernadores del estado les ha dado por aspirar a la presidencia, por andar en ello ni se acuerdan que están para hacer algo más que postear el clima en redes sociales.

Las cosas han cambiado, y no para bien, hoy la lucha es descarnada y abierta, ya no importa siquiera cubrir las apariencias de que se hace un buen trabajo, solo se trata de ser popular.

Y si no nos cree, eche un vistazo a las actividades de varios políticos durante el fin de semana, anuncios de rutas de camiones gratuitas, tomas de protestas de responsabilidades partidistas sin dejar el puesto gubernamental que se ejerce y protestas de los de enfrente por estos hechos.

Mientras todo eso sucede, los problemas reales de Nuevo León siguen sin ser atendidos en sus causas. La movilidad, por poner solo un ejemplo, es un desastre y ya se sabe que de los segundos pisos ni hablar y del Metro a duras penas se realizan la mitad de los proyectos prometidos.

Pero usted tiene el voto para cambiar esa situación. No lo desperdicie.