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Opinión Editorial


Prioridades


Publicación:07-07-2025
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"En el bacheo está en ganeo", reza una popular frase.

"En el bacheo está en ganeo", reza una popular frase para referirse al hecho de que, como en la cinta de sátira política "La Ley de Herodes" que retrata las prácticas no positivas dentro de los diferentes niveles de poder, muchos gobiernos prefieren invertir tapando baches, en lugar de pavimentar de nuevo, porque se ganan no pocos centavos.

Y aunque no sea propiamente en "el arte" de bachear, que sabemos dura menos que un mejoral, hay "ganeo" en mil y una actividades y circunstancias.

Recientemente, el Fideicomiso de Desarrollo Urbano, FIDEURB, anunció que le invertirán a parabuses, que prometen, serán inteligentes y seguros.

Para mi gusto, es una excelente idea que seguro se convertirá en acción; le abona a los fines de movilidad y seguridad. Ahora viene la pregunta de los 64 mil ¿no sería mejor invertir en mejorar las unidades del transporte? ¿qué acaso no se ocupan más unidades en circulación?

No digo que no se requieran los parabuses, pero eso parece ser una monería, cuando hay una necesidad pendiente -y prioritaria-, de atender.

Dirá quien me lee que estos parabuses podrían paliar en el ánimo de quién espera su ruta, le haría más llevadera su "estancia"; no obstante, esperar no debería ser sinónimo de larga espera; esta debería ser breve y sería breve si la frecuencia de paso de las unidades fuera más corta, si hubiera suficientes camiones en circulación.

Sí, estos parabuses serán seguros, o al menos eso dicen, estarán bien iluminados, habrá diferentes modelos, aunque aún se desconoce su ubicación y su costo final.

Con esta "gran idea" ¿quién es el que gana? Los promotores dirán que el ciudadano; los malpensados dirán que la ganancia será la publicidad que estos parabuses generarán. Usted tiene la mejor opinión.

No se trata de demeritar, por el mero hecho de demeritar, cualquier acción oficial; se trata de visibilizar cosas más apremiantes, como lo es tener un transporte digno y suficiente para todos los que pierden un poco de su vida diaria en traslados que se convierten en viacrucis.

Y aún nadie habla del problema de salud pública que esta situación representa: esperar en el calor, la lluvia o el frío; enfadarse, estar de pie, estresarse porque no pasa la unidad, angustiarse por no estar a tiempo en su destino y llegar a este lugar de destino con un cansancio con el que nadie se solidariza.

Desafortunadamente esta es la "sopa" de todos los días para el usuario cautivo del transporte público.

Qué más da que aquellos que nos gobiernan tengan su propia y sesgada visión de las cosas, porque no viven lo que todos y del modo en que lo viven.

Me queda claro que, si ya se tomó una decisión, poco importa la opinión de unos cuántos, pero tampoco podemos quedarnos callados, como si no nos diéramos cuenta o como si no nos importara.

Los parabuses pueden y son importantes; tener más y mejores camiones también es importante, pero, además, es urgente.



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