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Opinión Editorial


Adolescencia y redes


Publicación:03-04-2025
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Muchos padres e instituciones se cuestionan hasta qué punto deben ser permisivos, supervisar o sancionar

La serie Adolescencia y el reciente caso de abuso en una institución educativa local han generado gran reflexión. Ambos involucran a adolescentes y cuestionan la responsabilidad compartida entre padres, tutores, educadores e instituciones. También evidencian el desconocimiento sobre los entornos en los que los jóvenes interactúan hoy en día, así como las razones que pueden llevarlos a actuar con violencia.

Los adolescentes, como su nombre lo indica, aún carecen de madurez biológica y emocional. No siempre poseen los criterios necesarios para medir las consecuencias de sus acciones, ya que están en plena búsqueda de identidad y en la construcción de un marco de valores que guíe su conducta. La presión por "gustar" y la necesidad de aceptación los motiva a probar diferentes roles, sin importar si estos coinciden con sus deseos o con normas morales. El grupo puede influir en múltiples aspectos, desde la forma de vestir y hablar hasta el consumo de sustancias o la actividad sexual. La exclusión puede afectar su autoestima y bienestar emocional, generando ansiedad o depresión.

La tecnología, cada vez más accesible, añade estrés a este proceso de reafirmación. A través de las redes sociales, los jóvenes buscan validación mediante el número de seguidores, los "me gusta" o la pertenencia a comunidades en línea. Estas plataformas fomentan una cultura de comparación constante, donde los adolescentes se sienten presionados a proyectar una imagen idealizada para ser aceptados o admirados. Si a esto se suman ambientes disfuncionales o escuelas con reglamentos disciplinarios poco claros o laxos, la toma de decisiones correctivas y el establecimiento de límites se vuelven aún más difíciles.

Muchos padres e instituciones se cuestionan hasta qué punto deben ser permisivos, supervisar o sancionar. La falta de evidencia sobre la efectividad de ciertas medidas, el temor a críticas por posibles violaciones a los derechos humanos o, en el caso de los padres la culpa relacionada con el tiempo de calidad dedicado a sus hijos, dificultan su actuar. Sin embargo, la ausencia de límites en la relación con los adolescentes puede favorecer la adopción de comportamientos violentos.

El Pew Research Center de Washington publicó en diciembre de 2024 un estudio titulado "Adolescentes, redes sociales y tecnología 2024", que ofrece una visión detallada sobre el uso de internet y plataformas digitales entre adolescentes en Estados Unidos. Según el estudio, el 96 por ciento de los adolescentes de 13 a 17 años se conectan a internet diariamente, el 46 por ciento indica estar en línea "casi constantemente" y el 95 por ciento tiene acceso a un teléfono inteligente. 

Las redes sociales también han dado lugar a términos y comunidades que es importante conocer para comprender las dinámicas juveniles y las presiones que enfrentan. Algunas narrativas fomentan actitudes negativas, especialmente hacia las mujeres. Entre ellas se encuentran la manósfera o machosfera, una red de sitios y foros que promueven una masculinidad extrema y hostilidad hacia las mujeres. También los incels, o célibes involuntarios, término que, aunque aplica a todos los géneros, en ciertos grupos justifica la violencia contra las mujeres. Otro concepto es la regla 80/20, que postula que solo el 20 por ciento de los hombres atrae al 80 por ciento de las mujeres, lo que genera una supuesta competencia y resentimiento en quienes no pertenecen al grupo favorecido y de esta forma justificar su misoginia. 

Dentro de la jerga incel, "Chad" representa al hombre atractivo y exitoso, mientras que "Stacy" es la mujer bella y popular, y "Becky" la mujer promedio con un aspecto más natural o menos sofisticado. Se habla también de "Betabuxx", que describe al hombre económicamente estable pero considerado poco atractivo, elegido solo por seguridad, y de "Alpha Widow", término que se refiere a una mujer que, pese a estar en una relación con un "beta", sigue idealizando a un "alpha". Otros términos populares incluyen "NPC" (persona sin pensamiento independiente), "Sigma Male" (hombre "lobo solitario") y "Mid" (algo mediocre o sobrevalorado). Estos conceptos, entre muchos otros, reflejan cómo las redes sociales influyen en la percepción de las relaciones, el autoconcepto y la autoestima de los adolescentes.

A veces se cree que, por estar en casa o en la escuela, los jóvenes están más seguros. Sin embargo, como padres y educadores, no podemos bajar la guardia. Es fundamental seguir apostando al diálogo, al acompañamiento y a la formación en valores como el respeto, el autodominio y la tolerancia. Asimismo, es crucial establecer límites claros y supervisar de cerca sus actividades para guiarlos en su desarrollo.

Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com





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