Opinión Editorial
U-ERRE: Calidad, tecnología y comunidad
Publicación:10-07-2025
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La U-ERRE está en Monterrey y es de Monterrey. Refleja los valores que distinguen a la gente regia
Felicidades a la Universidad Regiomontana, nuestra U-ERRE, en el 56 aniversario de su fundación. Es la única institución educativa cuyo nombre e historia refieren directamente al perfil del regiomontano.
La U-ERRE está en Monterrey y es de Monterrey. Refleja los valores que distinguen a la gente regia: trabajo, esfuerzo, solidaridad y una visión colaborativa para el bienestar común. Su ubicación en el Distrito Purísima Alameda es una fortuna, pues se trata de un sector con acontecimientos significativos en la historia de nuestra capital. Desde su origen, la U-ERRE ha estado integrada al entorno, a los vecinos, a las plazas y parques que conforman la vida comunitaria. Es, orgullosamente, una universidad urbana.
Nació al final de los años sesenta, en tiempos en que México y el mundo vivían bajo la sombra de la Guerra Fría. En la presidencia estaba Gustavo Díaz Ordaz, y en la gubernatura de Nuevo León, Eduardo Elizondo Lozano, hombre cercano al empresariado regiomontano, que impulsó con firmeza la educación privada. Mientras el país se preparaba para los Juegos Olímpicos de 1968, los ecos de los movimientos estudiantiles sacudían a las universidades públicas de Monterrey, lo que se convirtió en una oportunidad para fortalecer la oferta educativa privada.
"El plantel universitario oficial está básicamente imposibilitado para atender toda la demanda", declaró Elizondo el 19 de enero de 1968. Así, promovió la creación de instituciones particulares. Con apoyo del empresariado local y las atribuciones que le confería la constitución estatal, otorgó el reconocimiento oficial para fundar la Universidad de Monterrey y la Universidad Regiomontana el 8 de julio de 1969.
De esta forma, la U-ERRE surgió como respuesta a una necesidad social, ligada a valores de trabajo y compromiso social. Representó una esperanza de paz y fortalecimiento institucional mediante la educación. Inició con apenas mil 675 alumnos, mil 11 en preparatoria y 664 en licenciatura, y 114 maestros comprometidos con poner a la entonces UR en el mapa educativo de Nuevo León.
Su historia es testimonio de la visión de sus directivos para hacer evolucionar el modelo educativo. Hoy, sin perder su esencia de cercanía a la comunidad ni su integración con el entorno, la U-ERRE mantiene un firme compromiso con la calidad y la empleabilidad. Su sello distintivo es ofrecer una educación profesionalizante, combinada con una profunda responsabilidad social, orientada a construir un mejor país mediante la formación académica y ciudadana. Es una universidad humanista.
En 2013, la U-ERRE emprendió una transformación significativa centrada en su modelo educativo privilegiando el desarrollo del pensamiento crítico, la colaboración y la innovación. Este enfoque incorpora el uso intensivo de la tecnología y el concepto de los Labs como plataformas de aprendizaje. Además, considera el acompañamiento cercano de coaches académicos que impulsan el crecimiento integral del estudiante, preparándolo para un mundo laboral cada vez más digitalizado y competitivo.
Hoy ofrece programas académicos innovadores y adaptados a las necesidades del mercado, con proyectos reales, prácticas profesionales y experiencias internacionales que permiten aplicar conocimientos en contextos concretos. Este modelo de educación sostenible responde no solo a los retos locales, sino a las exigencias globales de competitividad.
En un país como México, donde persisten enormes desafíos en cobertura, calidad y pertinencia educativa, instituciones como la U-ERRE son imprescindibles. Necesitamos universidades que formen no solo profesionales capaces, sino ciudadanos críticos y solidarios, personas preparadas tecnológicamente y comprometidas con el desarrollo económico y social. Modelos flexibles, conectados con el sector productivo y con las comunidades, son un pilar para construir el México próspero, equitativo y competitivo que tanto necesitamos.
La U-ERRE sigue siendo un campus vivo, que evoluciona cada día y confirma su vocación de excelencia académica. Es ejemplo de cómo la educación de calidad, que incorpora tecnología y su visión de responsabilidad social, puede transformar entornos y contribuir a una sociedad más justa y desarrollada.
Enhorabuena a toda la comunidad universitaria y a Nuevo León por contar con la U-ERRE entre sus instituciones educativas de excelencia.
Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com
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